Humump

_¡Oh… aroma de panqueques! ¡Tanto tiempo que no comía panqueques!_

_Panqueques como los de mi abuela no… pero…

Ella era la cocinera del rey Humump.

_”Panqueques como los de Henna no hay en quince reinos a la redonda”_ decía a sus magos y sabios ayudantes mientras se pasaba bajo los bigotes uno relleno de dulce.

Hacía alarde de su excelente cocinera ante los invitados más diversos.

Había uno en especial: un soberano entrado en años y de un país bastante distante. Pero cuyo camino a las grandes metrópolis lo dejaba de paso y no perdía ocasión de quedarse en el palacio de Humump a comer. El anfitrión aprovechaba para lucirse con las habilidades de mi abuela y su rápida respuesta para preparar una opípara cena.

Entrada: torre de panqueques

Plato principal: Canelones

De postre: panqueques con crema y miel.

Eso me contaba ella cada vez que hacía panqueques, y yo me atiborraba de ellos.

Me sentaba en su falda y me contaba esta historia. Sospecho que para que dejara de engullir.

No sé si sería verdad o tal vez otro de los hermosos relatos con los que enriqueció mi niñez.

Ahora estoy internado, viejo y postrado en la cama.

Le comento a mi compañero de habitación, el que llegó ayer:

_Qué bien atienden en este hospital. Buena comida. ¿Sabe? Ayer trajeron panqueques…

                                  ¡Panqueques! ¡Mi Dios! ¡Panqueques! _

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