SISTEMA ESCRITORIO

SISTEMA ESCRITORIO

Brian Torre

25/07/2020

OCULTO Y EXPUESTO

O ser un ave vigilando desde una rama

o una hormiga bajo tierra

construyendo su trama.

O ves el resultado desde lo más alto

o construyes el camino bajo el suelo

y evitas el asfalto.

Da gusto a la incomodidad,

abraza el cactus

y sonríe ante la accidentalidad.

Da gusto al miedo,

desabrígate en el invierno

y desobedece el deviedo.

Da gusto a la ira,

reprime tus quejas

y mantente en la mira.

Da gusto a la guerra,

dirige la rebelión interna

que tu mente encierra.

Da gusto a la desesperación,

grita ante la adversidad

de no poder terminar una oración.

Da gusto a la negación,

niega que amas la afirmación 

de tu existencia y obsesión.

O ser una hormiga que existe oculta para obrar

o un ave sin volar que existe para que la puedan librar.



BELLA CÁRCEL

No existe el tiempo ni la presión,

cuando se está encerrado en una bella prisión.

Las canciones reviven la nostalgia…

y el verte y escucharte crean magia.

Bella prisión,

porque despierta una ilusión.

Porque no hay lugar a la depresión,

pero sí el placer de esta sensación.

A ninguna otra pienso mudarme.

Me siento a gusto aquí al encerrarme.

No me da miedo encariñarme,

pues no existe algún mal que alarme.

Compañera de celda…

Tienta la cadena perpetua.

¿Salir?… Me basta con mirar esta consuelda,

y no sufriría si recibo de noticia una fetua.



ANSIAS

Al besar tu comisura,

no aguanto las ansias

de sentir tu hermosura.

Tu mueca de intriga 

no hace más que eliminar la fatiga,

pues cuando estás sorprendida, 

mi vista está prendida.

Tu tez clara y friolenta…

Alivia y a la vez impacienta.

El calor del odio no se alimenta,

más la voluntad de mimarte incrementa.

Las espinas suaves

que bordean tus ojos…

tan elegantes y peligrosos 

como los mismos abrojos.

Tu cabello, 

largo la primera vez que lo vi, 

como largo también era el camino a toparnos.

Tu cabello, 

más corto esta vez, 

como más corto es el espacio 

en el que ahora nos provoca mirarnos.

Tu voz, 

calmada y sencilla…

deja que yo descanse 

hasta en una áspera silla.

Ternura abunda en tu esencia…

que provoca besarte 

hasta en tu ausencia.



SEMÁFORO

Tienta el saber de tu presencia

e ir a verte contra la paciencia.

Un peatón imprudente y confiado.

Optimista a ciegas,

sin importar el peligro dado.

Luz roja 

en los caminos poblados,

cuando hay ojos 

que deberían estar anublados.

Luz ámbar en el pasillo.

Siempre alerta, 

como entre los árboles lo está el barranquillo.

Esperando sentir tu piel y aroma,

como en la mañana

el sol al mar se asoma.

Luz verde en nuestro limbo,

donde nos damos el primer beso al vernos

y nuestros labios hacen el amor

y no piensan en detenernos.



SÚPLICA INFANTIL

Mis espinas,

no te las quiero dar.

Mis frutos, 

empiézalos a madurar.

Mi sangre llena de vida,

no la intoxiques con tu caída.

No olvides tu terquedad.

Que no desaparezca con el pasar de tu edad.

Toma mi vértebra 

que no está atascada.

Cógela 

y quítate la más descalcificada.


PRISIONERO

Paralizado,

no hay más el carácter osado.

Sin accionar, 

voluntad no puedo dar.

Prisionero del temor.

Como serpiente enroscando 

y reprimiendo el humor,

lista para sacar los colmillos

y dejarme muerto entre los pasillos.



COSTOSA VICTORIA

No bastaba con el nacer póstumo

 y el crecer con ansiedad,

más sí con morir 

con sed de la verdad.

La venganza no es un camino difícil de elegir

cuando ya se tiene el alma herida

y sin corregir.

Bendito daño, bendita espada

que dejó mi sangre contaminada.

Hermoso y venenoso azar

que por la terquedad, 

el destino me hizo abrazar.

Aquellos ojos 

nunca debieron cruzarse.

La muerte ya me seguía 

y quería asegurarse.

Buscaba la cura, 

pero iba encontrando más locura.

¿Cómo dejar este sentir?

Si es lo que me provoca vivir.

Envenenado por primera vez por la espada.

Envenenado por segunda vez por la bebida encantada.

Primero odiaste, luego amaste.

Primero era sanarme, luego matarme.

La victoria me costó una muerte lenta.

Y esta me costó una vida descontenta.



CALOSCURO

Luces entre las sombras.

Por donde el sol ya no alumbra,

más que el fuego del incendio que deja sobras.

La desesperación y el riesgo, 

unidos y fortalecidos,

más el temor eternamente engrandecido.

El elixir de la vida ya es un fruto prohibido.

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