En su casa y obligado a sentarme en la mesa del salón. Yo no podía hacer nada salvo llenarme de nervios por nuestra primera cena juntos, con el estómago retorcido queriendo expulsar lo que el corazón siempre grita en latidos. La cena parecía prometedora. El momento perfecto para los dos. Se empeñó en invitarme a cenar, quería prepararme algo especial porque aunque no me lo había dicho con palabras, sí que llevaba tiempo transmitiéndomelo con sus ojos.

Mi mirada se entretiene en la tela blanca del mantel, dibujos bordados con maestría que sólo pueden provenir de unas manos entrenadas por los años. Copas de cristal fino esperando el vino tinto especial que se merece esta ocasión. Los platos de porcelana con el borde dorado, dando el toque elegante. Ha cuidado hasta el más mínimo detalle.

Un grito desde la cocina me alerta que me prepare, que la cena ya está lista. Aquí viene mi festín. Siempre con su sonrisa preparada, con su olor afrutado que me vuelve loco.

La pinta es increíble, pollo asado que se deshace con solo pinchar el tenedor. Cocinado a baja temperatura durante horas. La piel crujiente y el jugo saliendo de dentro. Pero eso no fue lo mejor. Todo cambió al llevar el pollo a la boca. Explosión de sabor que hizo estallar a los sentidos. Mis ojos se cerraron para abrir una ventana al pasado. Un viaje en el tiempo a una casa de piedra donde estábamos los dos sentados en la misma situación. La cena, el pollo y los dos vestidos de época. Por un momento se detuvo el tiempo, la felicidad se desbordó por mi cuerpo sumergiendo mi mente en un frenesí de placer.

Al abrir los ojos y recuperar la cordura ahí estaba ella. Mirándome sin entender nada. Con cara de no saber si me ha gustado el pollo o si me está dando un jamacuco. Lo cierto es que ahora entiendo todo. Ahora sé porqué con ella siempre tuve esa sensación de estar en paz, en casa, en mi sitio seguro. Ahora todo tiene sentido. Sin pensarlo me levanto, me acerco a ella y le doy un beso. Este fue el momento en el que se acabó la cena y comenzamos a vivir nuestra vida juntos.

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