Si esto es una familia…

Bruno era rico, muy rico. También era severo, muy severo. Nunca aceptó a su hijo Roberto, al que consideraba un inútil, un desastre. Bruno sabía que a María, aquella chica de familia humilde con la que quería casarse su hijo, solo quería hacerlo para ganar una posición. ¿ Cómo podía interesarse si no, por su hijo, aquel hombre sin carácter, sin consistencia ? Se casaron. Se fueron a vivir a casa de Bruno, claro.

Nació Jaime, el hijo de Roberto y María. Roberto, el padre,era incapaz de responsabilizarse de su propia vida. El alcohol, el juego y las prostitutas le servían para taponar su terrible vacío. María, la madre, que era como una niña a la que habían conducido al cadalso, soportaba su dolor de vivir con somníferos y antidepresivos. Mientras la mirada inmisericorde del abuelo los fulminaba sin piedad.

Jaime nació en aquel espacio extraño en el que no tenía un lugar simbólico, sin sentirse aceptado ni querido.

Así fue como aquel hijo se convirtió en una bala perdida.