Me gusta la lluvia y su fuerza, el clima y su olor, aunque hoy el viento sople en otro sentido y actúes como si tú no fueras tú, ni yo no fuera yo.
como si aquel brillo no soportase las ruinas, no lo suficiente para admitir nuestra imperfección, y justo en el mártir de los defectos optar por alejarnos.
arrastrandome al paso del tiempo, la inmensa soledad que dejó tu ausencia, es como la respiración entrecortada, como el sin sabor de saborearte que, duele como un cuchillo que no sale.
Quiero pensar que algún día al fin no sea tan fuerte que pasemos a ser un recuerdo de esos que guardan el deseo de lo que pudo haber sido, y no fue.
Probablemente se nos pase la vida y nos pese la culpa de no ser tú quién me ame ni yo quien te bese.
Quizá con el paso del tiempo ya no seamos los mismos, tal vez nos hallemos enamorados de nuestro dolor, y nos descubramos durmiendo con el arrepentimiento de no haber sido nosotros y dejarnos pasar.
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