HISTORIA DE UN PRESO.

HISTORIA DE UN PRESO.

Javier Arias

17/10/2017

No sé ni cómo llegue y por cual motivo o delito me encontraba subiendo unas escalera rumbo al último piso de una gran prisión, al llegar allí me encuentro que hay muchos presos, observo que es como una azotea, y en el borde hay solo unas vallas, lo único malo es que estaba en una parte muy alta, luego de observar el lugar por largo rato me percato que en la unión entre dos rejas hay una especie de abertura, y una rampla al final, decido contarle a un prisionero, que de cierto modo lo conocía, él sin pensarlo dos veces cruza y se postra al final de la rampla, cuando de repente decide lanzarse al vacío, yo creí que se estaba suicidando, entonces sali a ver que le habia sucedido, pues afortunadamente cayó sobre una planta de plátano o de banano, no se decirles el nombre correcto, lo unico que supe era el sr. habia salido ileso, entonces pense que como a el, no la habia sucedido nada, yo decidí hacerlo lo mismo y me lancé, con tal suerte que no me paso nada, cai sobre una especie de enredadera y luego sobre un rio que habia de poca profundida de ahi corrí por la selva hasta llegar a un muro, en la que al otro lado habían como unas casas, la Sra. Dueña de la casa, no quería dejarme pasar, le rogué, varias veces temiendo que los policías me alcanzaran, finalmente me deja pasar, al llegar al otro lado observo un camino rural ancho me percato que hay muchos presos que escaparon y me siguieron, cada quien coge por su lugar, yo seguí derecho hacia una especie de monte, la policía finalmente estaba muy cerca, me escabullo entre los bejucos y la espesura del lugar y bajo por un rio, no sé cómo, pero de un momento a otro me encontraba junto varios presos, nos ocultamos muy bien, que la policía no nos encontró, después cada uno toma rumbos diferentes, la policía nos busco durante muchos años, yo de la selva nunca salí, quería ser libre a como diera lugar, la policía mantuvo vigilada la casa de mi novia durante todo ese tiempo, pensando que yo algún día volvería, pues lo cierto era que yo visitaba a mi novia en las noches y al amanecer desaparecía, la casa de ella quedaba como a la orilla de un rio siempre grande.

Nunca deje de quererle y visitarla, el investigador que me buscaba, jamás me encontró, después me entere que varios de los prisioneros con los que hui aquella tarde, pues algunos fueron capturados, y otros se entregaron voluntariamente, pues ya estaban cansados de huir, por su puesto pagaron su condena, más otros años que les dieron por haber escapado. Me sentí un poco triste por ellos. CONTINUARA….

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