La piel se cuartea + Haiku + No caigas en la lona + Haiku «Camino de Santiago»+ Haiku «Gotas de sol»+ Ni contigo ni sin ti

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LA PIEL SE CUARTEA

Soy como todos vosotros. 
Me gusta la leche con café,
la nata abundante con fresas,
las conversaciones sin palabras,
observar como caminan,
las muchachas sin sostén.
Huyo de personas que tienen mucho que contar,
pero nada interesante que decir.
Amo el onanismo,
no tener que fingir conmigo mismo.
Me encanta dormir hasta las tantas,
acostarme al amanecer.
Bañarme durante horas, 
que se arruguen las yemas de mis dedos,
mientras observo el cuarteo del techo y la pared.
Adoro la misantropía, la soledad, la decadencia, 
tomar el sol en una cala nudista, 
sin preocuparme por la dichosa «decencia»,
Me apasionan las primeras citas,
las sesiones golfas,
los faros en los cabos al atardecer.
Y a pesar de estos seductores placeres,
no querría ni por un instante, volver a nacer.
Soy como todos vosotros.
Único, especial, diferente.
Exactamente igual, ya lo veis.

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A LAS MUJERES QUE NO PUDIERON SER MADRES

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NO CAIGAS EN LA LONA

No caigas en la lona,
no vivas a contraluz,
ni utilices los espejos,
para buscar tu excelsitud.
No muscules tu cuerpo,
nutre antes tu intelecto,
intenta vivir sin juzgar,
aunque te repugne la realidad.
No mires en contrapicado,
ni lo hagas en angular,
no finjas que no hay deseo,
si tienes ganas de gozar.
No cambies tus opiniones,
ni temas decepcionar,
no caigas en el olvido,
ni te dejes amedrentar.
No sueñes que no es cierto,
ni anheles las alabanzas,
no cumplas con tus promesas,
si no salen de tu profunda alma.
No caigas en la lona,
no te rindas sin vacilar,
lucha por lo que crees injusto,
sin preocuparte por los demás.
Pero si de verdad existes,
y en la ardua lidia caes,
no te quepa duda amigo,
que te ayudaré a vivificar.

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CAMINO DE SANTIAGO

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GOTAS DE SOL

G otas de sol

     sin mojar tierra logran

frentes llorosas.

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NI CONTIGO NI SIN TI

Compartimos el atardecer en Favàritx,
subí a tu lado el Corcovado en Brasil,
lloré en la Catedral de Santiago,
por haberme ayudado a seguir.
Te abracé fuerte en los acantilados de Moher,
subimos corriendo las escaleras de la torre Eiffel en París,
y visité contigo,
los tristes escombros
del muro de Berlín.
Paseamos por el Barrio Rojo,
aprendimos a decir doei,
te fotografié desnudo en las calas del Cabo de Gata,
y en Londres vimos una exposición de Dalí.
Te amé como a nadie en Paraná,
y en Buenos Aires me despedí.
Nos bañamos en las playas de Menorca,
y subidos en el shambhala, compartimos frenesí.
Todo esto no lo hice contigo,
tampoco sin ti.
Fue mi vida con cada uno de vosotros,
y ahora en mi soledad,
no sé si es real lo que viví.