Áaron (Parte I)

“Cuando era un niño, tenía un amigo imaginario, su nombre era Aarón, el me dijo que lo podía llamar así, éramos muy cercanos, me acompañaba a la escuela, tenía un lugar exclusivo en la mesa para el y dormíamos juntos cuando tenía miedo por las noches. Aarón y yo teníamos un pequeño juego de palabras y era, que yo decía rojo (o más bien riojo, porque no podía pronunciar la letra ‘r’) y el decía algo que fuera rojo, como suéter (mi suéter favorito era de color rojo); bicicleta (que era de ese color antes del accidente; y sangre (que fue justo en el accidente con mi bicicleta y que me salió a mas no poder después de que cayera por un barranco) Aarón llego justo después de eso, lo encontré en el hospital, estaba en la cama de alado, y su mamá lloraba mucho por una razón que no sabía, pero mi mamá sólo decía que Aarón seguía con nosotros y de hecho si, porque yo lo podía ver, jugaba conmigo por las noches que me quede en el hospital y cuando regrese a casa, él estaba conmigo.

Los primeros días fueron increíbles porque por la cirugía, no podía ir a la escuela, así que todo el día podía jugar con Aarón, construíamos fuertes, y muchas cosas más, aunque el casi nunca me ayudaba, solo me daba ideas de como a podía hacer para que la gente no entrara; el decía que si la gente podía entrar entonces no sería un fuerte pero siempre mis padres me decían que dejara de jugar y fuera a comer, porque Aarón se quedaba sentado en la mesa sin comer y solo mirándome, mi mamá le servía su plato pero el nunca lo probaba, supongo que comía con su mamá o tal vez lo regañaban por comer en otras casas porque mi mamá siempre dice que no debo aceptar comida de extraños, aunque yo no soy un extraño, pero nunca he visto a su mamá, así qué tal vez lo sea para ella.

A veces también iban mis amigos a visitarme, pero no les gustaba Aarón, porque decía que el no les quería prestar su osito Teddy que siempre tenía en las manos y cuando alguno de ellos trataba de tomar el oso, Aarón los arañaba y decía que era lo único que le había dado su papá, mis amigos lloraban e iban con mi mamá que siempre estaba en la cocina, y me preguntaba si yo le había pegado, pero yo solo decía la verdad, que Aarón los arañaba, y cuando ellos decían que Aarón lo hizo, mi mamá solo decía al principio que Aarón tendría que irse a su casa más temprano, o que mañana no podría venir, pero el siempre encontraba la forma de estar cerca de mi, ya sea en la escuela cuando regrese a ella o cuando me iba a dormir, se escondía bajo mi cama y se acostaba junto a mi una vez que mis padres salían de mi habitación, pero siempre se iba en las mañanas porque cuando despertaba ya no estaba.

Aarón no era como otros niños porque cuando se enojaba porque mis padres no me dejaban jugar, se enojaba porque yo quería jugar con mis amigo y a veces se enojaba porque me dormía, pero es que yo tenía muchísimo sueño y el siempre me contaba de todas las cosas que podíamos hacer mientras los demás duermen, como cuando me dijo que si nos quedábamos despiertos por la noche, podíamos escuchar como mis papás se ponían a correr en su habitación y decían cosas como que corrieran más o más duro y eso le gustaba mucho a Aarón, casi todos los días me decía que los había vuelto a escuchar, y a veces que me decía que a lo mejor no eran muy buenos porque mi mamá peleaba con papá porque solo él corría y no dejaba a mi mamá terminar de hacerlo, yo me dormía y no escuchaba, pero había días en los que Aarón me decía que bajáramos a la cocina por galletas o a ver la tele, cuando estaba muy cansado, me quedaba dormido y él bajaba a ver la tele solo, aún que mi papa poco después de eso empezó a desconectarla porque no le gustaba que se prendiera en las madrugadas.

Así que Aarón empezó a hacer enojar a mi papá, al principio eran cosas pequeñas como esconderle cosas y robarle dinero, y cuando le dije que él que lo hacía era Aarón, me dijo que ya era hora de que Aarón se fuera a su casa y que ya no querían que estuviera con él, pero él seguía escondiéndose bajo mi cama y todas las noches estaba ahí, me dijo que no se lo comentara a mis papás porque ellos ya no me iban a querer; así que no les dije nada hasta que Aarón empezó a hacer que mi padre perdiera su empleo. Poco antes de eso, estábamos en una fiesta, pero Aarón no estaba ahí, así que mis padres se acercaron a mi y me dijeron que era hora de que fuera un niño grande porque ahora sería el ejemplo a seguir de alguien, pues iba a tener un hermanito y que está era una noticia maravillosa, yo me emocioné mucho, ya iba a tener con quien jugar toda la vida, y mejor aún, nunca se iba a ir de mi casa. Espere esa noche a Aarón despierto lo más que pude, pero simplemente no estaba bajo mi cama esa noche, ni la siguiente, así que creí qué tal vez su mamá lo había regañado.

Pero a los 4 días lo escuché que estaba bajo que mi cama, aunque no quería salir, yo le dije que tenía algo que contarle y como pude, lo convencí de que se acostara a un lado de mi, como siempre lo hacía, así, le conté que iba a tener un hermanito, él solo bajo la mirada y dijo que ya sabía, y que ese era el motivo por el cual no había estado en mi habitación los últimos días, porque pensaba que lo iba a cambiar, yo le dije que no, porque él había sido mi amigo los últimos dos años y no quería que se fuera por mi nuevo hermanito, así, a él se le puso una sonrisa en la cara y me dijo que sería genial que él fuera mi nuevo hermanito; yo me emocioné con esa idea porque eso sería increíble, pero me dijo que para eso, él tenía que estar junto al nuevo bebé que estaba en el estómago de mi mamá, Aarón dijo que teníamos que entrar mientras mi mamá se bañaba y que yo tenía que mojar un poco el piso para que mamá limpiara, así que nos metimos al baño mientras mi mamá tomaba una ducha, y mojé entonces, todo el piso del baño, justo como me dijo que lo hiciera; me escondí bajo el lavabo, así que Aarón espero a mi lado, 5 minutos después mi mama cerró la llave del baño y vimos su brazo salir por la cortina para tomar su toalla, enseguida corre la cortina y vemos su figura que aun ocultaba su embarazo; da un paso fuera de la bañera y resbala, su cuerpo inconsciente queda sobre el suelo con la toalla solo cubriendo su abdomen, salgo corriendo a verla, cuando escucho a mi padre tratar de abrir la puerta, la misma puerta que yo no recuerdo haber cerrado con el cerrojo, me habla y me dice si mama está bien, y por alguna razón Aarón contesta por mí, y papa da una patada fuerte que logra abrir la puerta, levanta a mama del piso, me sube al auto y conduce hasta un hospital.
Han pasado los días y papa regreso a casa con mama, ella está bien, y su bebe también.

Aarón ya no ha venido desde ese día, tal vez se molestó porque papa no le dijo que subiera al auto con nosotros, no lo se, pero llevo varios días sin verlo; así que hoy dormiré debajo de mi cama, esperando que este ahí.

Han pasado casi cinco meses y ayer por la noche, Aarón me visito de nuevo… “

-Fragmento del libro “Memorias de un niño solitario” escrito por Lukas Griswold – 2026

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