Paseando por la ciudad en la que nos conocimos,
Visite el barrio que nos vio enamorarnos,
Recordando aquel septiembre,
Me pregunte ¿por qué nos alejamos?
Fue el destino quien nos presentó,
Quizás cuando menos lo buscamos,
Fuimos nosotros quienes nos jugamos,
Y de la mano nos aferramos.
Yo la ame,
Y creo que ella me amaba,
Oír el silencio es inmenso,
Más inmenso sin tus campanadas.
Ya no la amo es cierto,
Pero cuanto la ame,
Ella no me olvida es cierto,
Pero cuanto me olvido.
Así como es el tiempo quien afianza,
La falta de tiempo es quien separa,
Yo esperaba las alianzas,
Ella esperaba quien nos casara.
Esa sonrisa, esos ojos, ese cuerpo, la mente,
Serán de otro,
Como yo seré de alguna,
A quien prometí amarla como ninguna.
Yo la ame,
Y creo que ella me amaba,
Oír el silencio es inmenso,
Más inmenso es sin ella,
Es como que al universo,
Le faltaran las estrellas.
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