NATURALEZA

Cuando entiendas al lago estancado,

al río que fluye,

a la mar que clama,

a la tormenta que amaina,

a la montaña que crece,

a la gota de agua que erosiona la piedra,

tanto como al volcán que erupciona,

te será más fácil encontrarle sentido a la vida,

Acaso aparezca el arco iris.

Abrir la posibilidad de atrapar un sueño;

trepar por tu selva para alcanzar la sonrisa de la mar,

así se podrá llegar al cielo.

EL POEMA

Silabas, palabras y versos, como serenos surcos se abren a mi paso, oscuros y estrechos los versos, surgen del corazón que siente, triste o alegre

A veces va cerrada la vereda a la esperanza clara, cuando duele el alma,

cuando esta vibra de emoción porque se ateve,

parado el corazón, absorto, inerte para vivir el sentimiento que trae el consuelo de encontrar la palabra exacta,

o se vomita y se expresa, o muere.

Tener la hoja en blanco,

el lienzo presto y tantas lágrimas derramadas al vacío para perderse.

CREAR, PINTAR, SOÑAR

Panoramas que llenan las mentes de imágenes soñadas,

en un laberinto de vida, a la espera de las respuestas de nuestras musas, porque todo esta aquí, y ahí las sílabas que hilvanarán sentimientos al coser palabras primorosas en puntadas con hilos llenos de sentido,

y por el fondo se vea, el alma.

Y al vivir, sentir,

y al contemplarlo verlo

y al soñarlo, crear,

«el duro trance» que espera el lienzo agradecido,

A vientre abierto, y la página, como tierra fértil que recibe la semilla, ante la inquietud del creador que sufre el blanco

y se duele como si de un parto se tratara,

y al final el grito,

todo por escribir para que suene la música y en un suspiro se estremezclan las entrañas y se duele el alma,

al dar a luz, su locura.

OASIS

Junto a ti un mundo gris, en mis paseos solitaria y pensativa andaba quieta.

Junto a ti todo un mundo, sin ti, serena en la cadena, aceptada mi soledad.

Chirriaban mis ejes que oxidados despertaban mi mente.

Silencios y pausas, bajo la nada.

Junto a ti nada estaba allí.

Unida, entrelazada, inerte, a la espera, sujeta.

Cerca de ti, allí me perdí.

Por ti, sola llegué a mi río.

Desde mi tierra se abría en canal mi corazón roto, estaba sola, muy sola, en soledad, solo conmigo.

Quise vivir y no vivía, entré en la novela, en otras vidas para no vivir la propia mía.

Adentrada triste, en la calma, sólo un sentimiento, ¡vacía!.

Fuera de mi todo, dentro un único pensamiento, hallar agua en mi desierto, esto sería, sólo cosa mía.

Y CIEGA Y MUDA ME QUEDÉ.

Tantos años que lo hablan todo.

Tantas luces bajo las sombras.

Tantos amaneceres muertos.

Tanto habla el silencio como la palabra.

Cada palabra que brotó de tus labios era una luz cada vez mayor, tanta, que me deslumbró y me cegó. Bajo mi tiempo atravesando mi bosque me asusté y, me quedé.

¡Grande la montaña que había escalado!

Estaba delante, presente, la había subido, me sentía cansada.

Me dormí, pena que me dormí.

Cuando llegué a la cumbre caminar ya no podía.

Mejor en la sombras.

¿Mejor en penumbra?

La noche duerme todo lo que ilumina, después llega la luz del día, que ciega.

(que ocupa y «ennubla» por la distancia lo que en mi mente acontece)

¡Si acaso abriera un sol, cual crisálida y deshiciera mis nieblas que hacen a mi alma decrecer!

EN UN VERBO.

No fue posible se quedó todo estancado en una foto. ¿Podría ser borrado el recuerdo?, …continuó hasta que se paró.

La barra azul se puso gris. El ratón bloqueado en una bola de colores. Mi corazón late, el ordenador cumple su misión. Cierro pestañas, cancelo y apago. ¿Mi mundo se quedó atrapado?. No, yo no me resiento, sigo viva, amo, me divierto. ¡Porque trasciendo!; voy a pasar a mejor vida, mas no con este cuerpo. Sólo quedará mi espíritu y este deberá partir enriquecido. Todo lo creemos eterno aquí en la tierra. ¡Caí en la cuenta!. Es todo tan efímero.

Cada momento es sólo uno, ¡es uno!, es único, es ¡el importante!.

LA MAR

Resbálame mar tu manto inmenso. Nutre mi cuerpo de tus colores de iris.

Lléname de la armonía que anhelo, soy pez en busca de tu agua de cristal de tu burbuja de aire,

cual vientre de madre, tu caricia sobre mi piel, me hace sentir delfín, flor, pétalo.

Tu calor y la suavidad de tus algas y anémonas, ¡tu olor! por mis oídos tu tintineo ¡oh mar! eres música, amante silenciosa.

Buceo y me siento manta raya sobre la blanca arena.

Puras y limpias me acunan tus olas y no quiero salir de ti, no me importaría morir, calientas mi ser y lo refrescas, te paseo pletórica, me traes la calma ¡oh mar!

solo hacía ti corro, sólo hacía ti me escapo, solo sobre ti descanso.., me deslizo, me llamas.., te necesito: eres el beso en calma eres mi hada buena, mar plena, mar azul, mar celeste, mar turquesa, mar blanca donde vuelo,

donde cierro mis ojos cansados y descubro un mundo inmenso,

donde a tus orillas se duermen mis ansias, eres armonía, toda tú entras en mi ser y me regalas un mar de luz.

Donde tu luna se refleja en plata.

¿Quizás inundas la tierra para salvarnos?

¿Quizás por ello Dios te hizo tan grande?

Quizás el hombre lo comprenda algún día y no te maltrate,

Pueda llegar el día que entienda que es ¡vida! para la tierra.

LA CHOZA Y MIS SUEÑOS

Bajo tu refugio ¡oh choza de mis sueños! ¿Que encontraría? Escaparía a tu abrazo cálido y tierno para absorber tu mirada y La Paz que por seguro llevas dentro.

Comenzaría, desde ella, algún que otro camino por intentar hallar siempre lo cierto.

Andaría descalza bordeando los secretos,

y por sus cucas ventanas, contemplaría yo el cielo, anhelaría sentirme atrapada desde el fondo de tu fuego,

protegida haciendo cuerpo me soltarías sólo a veces a oler flores,

a recoger en mi canasto algún que otro,

de sus jugosos y sabrosos, pequeños frutos silvestres.

Al borde de tus senderos, me inundaría de colores.., para luego retenerlos al fondo del pensamiento,

Y tu sonidos, absorberlos, intensos me irían fluyendo desde el fondo de mi pecho, me brotarían los paisajes, al clavarse, al borde de mi universo, me transmitirían tu sol, calentarme ya no puedo y sin embargo y por suerte, quizás me servirías de muleta en el camino consciente.

Y en este último intento, puede que aún no sea tarde, quizás ya si me despiertes.

Antes que duermió la luna, sentí un resplandor de muerte; ¡toda su luz se hizo presente!

la dejé entrar por mis entrañas, antes que estuviera inerte, ¡ay si yo no me escapara de su encanto, y nunca más yo corriera, sin volver la vista atrás, y por siempre!.

SIN NUDOS

¡Si!, tus raíces fueron fuertes agarradas a la tierra y germinaron por buena siembra y fuertes vínculos de amor y a tu tronco dieron color a juventud y a tus ramas alas y a tu cielo ilusión…

permite que te entre la savia,

deja que corra por tus venas,

y absorbe de ella toda su energía para no malgastar tu tiempo

en enredos que ahoguen tu vida.

Llévalas a echar flores de buena semilla,

puede que así no se te pierdan.

Ellas nos dieron toda una sabia lección, como saber leer el campo entre la maraña.

Por siglos vinimos de buena voluntad.

A MIS HIJOS

Lo importante se fue con tu ida.

A tu sombra me cobijo y me refuerzo para poderte dar, amor, un beso que me permita ¡oh Dios vivir sin tu sonrisa y que me calme la sed de tu silencio. Que me lleve al pan de tus caricias y que a seguir tus pasos me dirija por el camino en que te encuentres así apoyar a esta alma en tenguerengue que, a duras penas, se arrastra por la vida, y que sigue al talismán de tus hermanos, que es la única luz que alumbra su camino para siempre descubrir los tesoros de sus almas, repletas de nobleza. Dios permite que mi amor por ellos se engradezca y sus pasillos, anchos como mares, llenen de olas mis vacías orillas. A mi alma llegan sus mensajes, que hacen despertar mi vida, comuna Luz que sobrecoge a mi pobre corazón en carne viva.

El monte tiene cuestas prominentes, las piedras endurecen mi paisaje; al halo de la vida le reclamó la vida que me falta y busco en sus corazones los sentires de sus cosas, rebaño los colores de los sueños y huyó de los grises blanco y negro.

Al juego presto mi candor para que, pura, vuelva la imaginación que me alimente y me ayude y sumé en la subida.

En la parada solo busque para verte un poco de descanso y sigo mi camino para que tú te reflejes en mi fuente con agua cristalina, surgirán imágenes de nácar, azules, rosas y amarillas.

Para que tú recuerdo me trasladé por las arenas y los pinos verdes y juntos contigo, naveguemos por la vida.

FINALIZANDO

Llegaron ideas que cambiaron algo en mi mente, me provocaron sensaciones nuevas, sentí una realidad helada que abrió mis campos,

otros mundos aún por descubrir.

Guardaban una puerta inmensa,

tal vez una mirada diferente,

una palabra distinta,

muchos caminos de esperanza todavía.

¡Que la vida me sorprenda hasta el final, suspiré, y en tranquila evolución no pare de pensar!

Había que no parar de sentir, ni de amar ni de vivir, ¡Y así, crecer!

AL AMOR

Sería como el viento cuando ruge con nobleza, ladera suave que se desliza desde la montaña, fuerte ciprés, siempre mirando al cielo, agua salada que te ayuda a flotar, mar inmenso que inunda el espíritu, Sol alegre que nos regala su calor, cielo azul que alumbra tu verdad y guía constante en las noches sin luna, fuerte resplandor para la estrella errante, luciérnaga entreabierta en la penumbra y jazmín para tus noches blancas, con aromas de azahares y de nardos, alhelíes de ternura para el alma enrejados de encajes ¡la locura!

Ventana que abra tu negra jaula.

¡Oh amor quien te envontrara!como vuelo de la dulce mariposa y te cazara y te amarrara a la trenza de mi pelo siempre rota a jirones de desvelos.

Me diría que yo nací para quererte

Y sentirte y comprenderte y luchar como luchan las hormigas, en la tierra de la vida, que es la tuya.

¿Y porqué lo comprendí al conocerte?

¡Y porque no te agarré al comprenderte!.

AUSENTE

Camina, anda, juega, vive todo está en ti. Nada necesitas, contigo si sol, si, si dejas entrar su Luz.

La niebla solo nubla la vista del infinito.

Este es el único, el instante, el momento. El presente: la verdad.

UN MUNDO NUEVO

Completando la batalla. Sosegada.

La Luz y todo un cielo llegaba a mi mundo de repente.

Ahora sí, ahora al cabo estoy casi completa.

Indagué en los entresijos del abismo y encontré un mundo desde los imprevistos.

Sorpresas llegaron a mis manos.

Y sensaciones a los poros de mi piel.

Dulces, como la miel, los paraguayos derramaban su jugo sobre mis labios,

y con las sensaciones que da toda la fruta jugosa y su olor y su color lo plasmé, al calor del verano, quedé plácida e inconscientemente, absorta, sobre mi lienzo en blanco casi desfallecida.

De pronto todo un río corría de cascadas y relieves cristalinos emanando aromas a su paso y surgían imágenes nuevas desde mis pinceles y quedé contemplativa y sosegada, captándolo todo.

Para pensar que disfrutar, es la clave.

Engendrar nunca desde el sufrimiento.

Iba yo despacio, ahora, la cuesta abajo ya era una subida.

Ahora la piel de gallina era toda una lección de versos.

Ahora los sentires abiertos como un libro estaban despiertos y dispuestos a recibir, cuál canasto, todos los frutos necesarios.

También los pájaros saludaban al paso y los árboles brillaban.

Sus metidas una explosión de color exuberante sobre sus sombras. Ahora la mar iba entera por delante del paisaje.

Limpia quedó mi serpiente.

Ya no andaba arrastrada bajo las piedras.

Ya era como cadenas de colores, relucientes, mi vida, marcando sendero.

Ya no debo permitirme el desaliento…

Un espejo extendido por delante dejé, para llenar las hojas del libro en blanco,

ya debería dejar entrar todo el espacio de mi pequeño mundo que a mis pies se mostraba enorme.

De repente. Por fin, sonó la música.

LA PARCA

Tan lejos tú y yo y yo y tu.

Es la fuente que no mana. Es el árbol seco.

Es la flor marchita irrecuperable; extinguida.

Abonó y nutrió lo conveniente..

Todo es cambiante, casi todo concluye, cíclico natural va como el tiempo, pasando.

Todo no muere, se transforma. ¡Tienes tu naturaleza, te dice el pájaro, la flor, el mar, la lluvia y las estrellas!.

Y la luna te ilumina. Es única vida. Y único tu tiempo. Y único tu cuerpo y lo más real, tu alma.

Mecí una cuna, cante una nana, surgió mi calma. Llegó todo el sol, de lo demás, algo queda siempre.

LA ORILLA

Y viví la orilla y viví la espera.

dibuje mi huella y pasó la ola, repasé las gotas y pensé ¡como pasa todo!, de repente, todo borrado por el tiempo y los años en segundos.

Dulce ola que alisa sentires y encuentros.

Solo queda lo escrito y a veces ni eso. Leer, grabar, recordar, vivir,

¡desear! ¡no vivir muerto!.

Mas yo me digo, me basta y me sobra si lo que hago sea un poco bueno, y así lo reciba mi limitado universo.

POR NATURAL

Camino por mi larga noche silenciosa. Al fondo el vacío de la pregunta sin respuesta.

Siento el crujir de las hojas, me asomo a ver el ocaso de las olas y mis hijos sobrevuelan al viento de la inocencia y yo, le pido al cielo despierten y vean con nitidez el abanico de colores de su aire. ¡Los golpes serían menos duros!.

Su mar aún anda revuelto, ¡consecuencia de estar vivos! Veo que algún día se les abrirán sus horizontes. Así fue, es y será.

Todo cambia. Todo llega. Sus pilares fueron Fuertes. Nacieron del amor. Y me duermo, queriéndolos.

QUEDA LA NOCHE

Al sacar la butaca me estremezco, una butaca para afuera una butaca para adentro,

mece, que te mece el seso,

me despido del ratito que el sol puso por mi cuerpo.

En la butaca una imagen,

por la cabeza un recuerdo,

por el recuerdo la prisa,

que en balde tuve por tiempo.

Y no salía la luna,

no bastaba ir a su encuentro;

la sangre aún me pasaba por el río de mi cuerpo,

desde el frío, el sol se escapa como siempre entre mis dedos,

por el recuerdo uno solo, solo uno, un único pensamiento,

el mismo que por mi mente anduvo siempre resuelto.

Anclada en un solo puerto,

son extraños los caminos que aún leía por inciertos,

Y yo andaba casi dormida,

aquella estrella imposible ya no brillaba al relente,

por el nublado entreabierto,

ya a la vista recostada, ni alcanzaba ver el cielo.

Por eso me preguntaba

¿acaso me alumbraría el viento?; ¡eh farero alumbre el faro!

¡Falta hace ya en el puerto!.

Andaba yo por «bajuras» cortos los días a los sueños,

y me sentía, como barco que al otoño anhelante, impaciente busca puerto;

¡lucía luna, todo el horizonte lleno! claro el sol amanecía,

las estrellas no volverían a mi encuentro, y no era todo, ya cuestión de firmamento,

nada arrancaría a la mar, ¡la mar guardaba secretos!.

Por la cabeza un infierno,

la imaginación va viva no por falta de sentimiento,

atardecía, hacía frío, la mar barría los momentos.

De un azul celeste casi al crepúsculo, mas gris se tornaba el puerto,

vencidos, rotos los remos,

fuerte es el mástil que aguanta, pensé…

¡Qué frío se hizo mi invierno!

Y mis velas se quedaban medio abiertas y sin ver un rumbo cierto;

siempre al lecho, la esperanza, van anclados los recuerdos.

cambiantes entrelazados,

como nudos como amarras, apretados a mi cuello.

veía crecer margaritas,

jaramagos y amapolas entre el trigo y tornar secos,

yo aún seguiría tiznada por rastrojos, que casi estaba en barbecho.

Anhelos tan variables, de los sentidos y ¡reí!

¡ya de los nudos me safaba ..!

Ya, anhelaba yo alcanzar un cielo,

bordeaba los caminos por los profundos regueros,

iba atravesando arroyos,

¿se reflejara mi alma por el agua cristalina y bien leyera yo mis deseos?

iba clara la mañana, amanecía.

es otoño, y en los ocres veía soles de colores,

escalando hacia las nubes, son guirnaldas de armonía.

¡si es que aún rondaba vida..! altededor de estos cuerpos,

¿Conseguiríamos calmar los suspiros, las heridas, clavados a corazón abierto?

Abrió luna, todo el horizonte lleno, ¿lloverían unas sonrisas, cual margaritas abriendo?

dejaríamos de luchar en contra, ¡cuál marionetas en tormento!

Y los hilos se movieron con otro temperamento…

Se hace camino, al andar.. nos dictó el buen maestro.

Prestos los dos a rebuscar algún bonito sendero, que devolviera un destello.

De Luz…

Que se quedara clavado, para siempre en el recuerdo.

La imaginación fluía en cadena, nuevas imágenes y dulces palabras entraron, renovando cuentos nuevos.

eternas eran las mañanas, ¡abiertas! fueron hilvanando extremos,

Igual a las gaviotas despacito,

es Septiembre, alas al viento, ¡como remontan su vuelo!

como así van los pesados sentires del poeta, que sin embargo y a pesar de su dolor, da a luz, como parto imparable.

Nace lo que toca o mueres, si cesas en el empeño.

¡Y pobre no andas de sueños!

Hace frío, es de noche,

pararía que amaneciera,

se hizo rayo y Luz, ¡un relámpago mi cuerpo!

Todo el cielo, se abriría, sin remedio:

De repente, ¡Hubo sol, y abrazó que abrazó y calor, y encuentro.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS