SHANTY

Recordando a un personaje muy singular. El tío Shanty. Un hombre delgado, mediana estatura, más bien bajo. De prominente nariz, ojos traviesos, labios bien formados y bigote. Cabeza pequeña, cabellera delgada, relamido.

Semejante a un polluelo salido del cascarón.

Autoestima alta que superaba su talla. Aires de gallito de corral, un picaflor andino.

Tangos y boleros para enamorar. Mirada de don Juan. Poses de gran conquistador, un cantinflesco criollo…

Su generosidad, salvador oportuno de circunstancias difíciles.

Unos lo amaban y otros lo odiaban por sus impertinencias.

Enfocaré el panorama de la época plasmada en la novela – ‘’El zorro de arriba y el zorro de abajo’’. Del escritor peruano José María Arguedas.

Enuncia que el acelerado progreso económico del puerto de Chimbote, considerado el primero del mundo. Se desarrollaba el boom pesquero y del guano de harina de pescado. Circunstancia que atraía a los inmigrantes indígenas por las oportunidades de trabajo y mejoras socio económicas.

Shanty un inmigrante andino o el zorros de arriba, que tuvo que adaptarse con los zorros costeños o zorros de abajo.

Para él la vida fue una gran aventura amorosa, aceptaba con coraje sus caminos errados y reconocerlos en su momento, sin arrepentimiento ni miedo.

Eterno enamorado de mujeres distintas, amante de la vida y los placeres.

–Según –Horace Walpone- ‘’La vida es una comedia para aquellos que piensan y una tragedia para aquellos que sienten’’

Para Santy la vida era una comedia, pero su tragedia era su propia vida aunque nunca se afligió por ello.

Las modificaciones en la conducta del zorro andino fueron desastrosos. Un panorama de jóvenes mestizos con dinero, en un gran puerto, donde existían bares y prostíbulos en cada esquina. Haciendo que las borracheras y vida nocturna se tornaran cotidianos. Lugares que acudían para acallar y gritar sus frustraciones…

Shanty dependiente del alcohol, se burlaba de sí mismo, de los demás y la coyuntura.

Shanty era fanático a las peleas de gallos. Su asistencia a los coliseos los días sábados domingos y feriados fueron habituales y frecuentes. Motivos para la borrachera y apuestas. Malgastar el dinero vanamente. Despreocupado por su futuro.

Actuaba siempre como un gallo en cortejo. Elevaba el pecho, la mano izquierda en el bolsillo y la derecha con un cigarrillo y su mirada provocativa a soslayo. -Decía- ‘’Todas se enamoran de mí, soy irresistible, soy muy bueno’’. Fueron Los conceptos de sí mismo que manejaba con frecuencia

Su habitación, vedada para visitas. En las paredes lucía infinidad de fotos de mujeres desnudas, recortadas de calendarios. Había una acumulación de recuerdos, objetos, regalos y artículos añejos como él…

Llegaba de vez en cuando a la casa de su hermana y le pedía sus platos favoritos como: yaco chupe un preparado a base de papa, huevo, hierba buena, queso y agua. Saltado de atún y picante de cuye. Se le complacía por agradecimiento pues llegaba siempre con abundante regalos. Su alimento diario lo consumía en pensiones y restaurant por ello no se permitían semejante menú. Los restaurants servían platos preparados a base de pescado.

Su lentitud para comer hacia que los comensales terminaran antes. ÉL era primero en comenzar y el último en terminar…

Solterón, valiente, dadivoso, picaron, travieso, resentido, mujeriego, libidinoso, enamoradizo, conquistador, trabajador, creativo, amoroso, chistoso, son los pocos adjetivos que se le puede nombrar.

Un hombre de un estereotipo familiar socialmente noble en su pueblo, pero, sin dinero.

Corrían los años de 1965. Shanty trabajaba en la empresa fundición SOGESA.

Fábrica de construcción, montaje, compra, venta, importación y exportación del acero.

Shanty con el figuretismo propio de su personalidad, se unió a una huelga del sindicato de SOGESA. Más que por convicción por sobresalir en el grupo, con su afán pícaro y burlón de todo lo que le rodeaba.

Los reclamos no resueltos de aumento por índice de costo de vida, las ideas del Che Guevara en boga, y una izquierda plebeya emergente. Era el panorama de la época. El sindicato una organización de lucha clasista. Los huelguista 6 en total, tomaron la actitud extrema de huelga de hambre, que duró 8 días, llegando a superar toda expectativa. Jóvenes entre 20 y 30 años aproximadamente. Se apostaron en la puerta de la empresa provistos de carteles, frazadas, cartones donde pernoctaron día y noche. Sindicalistas que tomaron la voz de los que no tienen voz en reclamo de un derecho laboral justo y clasista. Tomando como la principal medida de fuerza después de la afiliación, negociación colectiva y finalmente la huelga que es una medida de fuerza principal del trabajador.

En la foto se visualizaban seis jóvenes con rostros lánguidos, hambrientos, demacrados, con barbas crecidas, sin zapatos, sobre una frazada. Dolidos y firmes a cumplir su deber sindical.

La hermana de Shanty preocupada por la situación, que repercutiría en su salud por la abstinencia alimentaria.

Fue sorprendida por una foto en cuyo reverso se leía la dedicatoria.

‘’Para mi hermana.

Con todo cariño de su hermano clasista sindicalista.´´

Al recibir la foto, las angustias de la hermana se acrecentaron. Deseosa que esto acabara pronto.

Una vez que finalizó la huelga, Shanty llegó a la casa de su hermana supuestamente a descansar, alimentarse debidamente para recuperar fuerzas. Tocó la puerta con aspecto de mendigo, barba crecida, despeinado, con una frazada mugrosa…

La hermana empeñada en alimentarlo y cuidarlo.

Después de unos días quiso irse.

Extrañaba a su amaba

Chimbote.- su puerto querido con olor a pescado, sin duda también a sus mujeres.

La hermana le recriminó por la huelga que pudo costarle la vida, y él soltó una carcajada y dijo.-

– ¿Te creíste lo de la huelga de hambre?

-Ya estaríamos muertos con tanto tiempo sin comer…

Tiempos después la vejez llegó, los achaques de la ancianidad llegaron, tenía más de 80 años. Su espíritu travieso a pesar de la sordera y ceguera era fuerte y admirable. No se arrepintió de lo vivido aunque sus deficiencias económica y físicamente no eran nada placenteras.

Se le preguntaba cómo estaba y contestaba

-¡Como cañón…¡