Qué bueno es amanecer
Y sentirse triste
Desde los primeros parpadeos.
Qué maravilloso es ver el alba
Y ya, llegando las seis,
Mientras los rayos solares
Tocan la puerta de las pupilas,
Sentirse uno vacío.
Sentirse como quien dice;
Presa de la necesidad de ser alguien,
De ser un auténtico hombre.
Aquel que no se ha sido hasta el hoy.
Ya va bajando la luna
Y el sol toma su puesto.
La pradera tiene en sus bordes
La brisa de la noche larga y oscura,
Los sauces sacuden sus filamentos,
Y el corazón, atado en su verso simple,
Grosero, miserable y despreciable tono,
Sólo se atreve a despertar al cuerpo
Más no al alma.
Por lo menos puedo decir,
¡qué bueno es amanecer
Y existir a la intemperie de un deseo de amor!
Qué maravilloso es querer ser libre
Como el alba,
Que llegando las seis,
Ya tiene miedo de morir
Con las pupilas rotas,
Con un alma desierta
Que ha callado,
Que ha fenecido noches y noches.
Presa de la necesidad de ser alguien,
De ser un auténtico hombre.
Aquel que no se ha sido hasta el hoy.
Como anhelaría que una esencia dulce
Viniera y se adhiriera a la mía.
Me clausurara los inviernos,
Me avivara la esperanza
introduciendose en mis venas,
En mi mente, en mi hambre de amar.
En mi pecho herido de muerte,
En la herida que mana miseria
Y que conlleva la marca de mi error.
Ya va bajando la luna
Y el sol apenas y se despliega.
El fin de semana se asoma,
Las calles se iluminan al compás de la luz,
Los gusanitos empiezan a merendar
Y mi corazón, atado a una muerte latente,
Tienta con despertar al alma
Y sus infinitos abstractos,
Más que al cuerpo.
Es que tengo miedo de ser lo que soy
Y no ser lo que en realidad siempre fui.
Pero amanece
Y la tristeza no se presenta,
Y el dolor se muda
Y el vacío es vil
Y el amor, el amor no resucita.
Como desearía que la vida amorosa
Viniera y me rompiera el corazón.
Me vendara el cerebro,
Me inspirara fe
Introduciendose en mi espíritu,
En mis caminos retorcidos,
En mis días quebrados y sin visión de bondad.
En mí, en mí, en mí…
Ya sigue bajando la luna,
La madrugada me ha alcanzado
Y yo, yo quiero huir
Y no ser lo que he sido.
Ojalá amaneciera y fuese yo triste.
Fuere, no tan yo.
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