Cuando tu mirada empieza a socavar mi alma

y descubre en ella la verdad que esconde,

sólo encuentra en su interior la calma

y busca ser quien en mi corazón zahonde.


Sólo así mi corazón saldrá

de la lúgubre noche en que ha entrado.

porque de tus manos solo sentirá

aquel amor que lo ha conquistado.


Miradas simples siento de tu amor,

que no teme las adversidades

y por un alma pobre, aún en el dolor,

seguirá luchando entre las tempestades.


Y mi alma libre como una gaviota

se desliza en el mar de tus besos

y al perderme en tu preciosa boca

sólo quiero de tu corazón ser preso.


Fue tu amor el que me ha salvado

llevándome a volar sin prisa

fuera de aquel acantilado

que casi borra mi sonrisa.


Pero siempre será tu mirada,

junto a tu bella sonrisa,

la que pondrá en ardor mi alma

y mantendrá mi vida encendida.



Y recordándote en cada flor,

en el aroma de las amapolas;

volaré donde se esconde el sol

aunque me enfrente a millones de olas.



Porque al fin ha de descubrir mi amor

que fue tu voz la que se ha animado

a llenar de vida mi corazón

que por orgullos se había apagado.



Y al terminar de socavar mi alma

y zahondar todos mis sentimientos,

descubrirás en mi interior la calma

y que tu amor fue el mejor ungüento.



Por eso ahora mi corazón

se postra entero ante tu gran amor

que lo ha salvado del aquilón

y hecho nuevo al salir el sol.

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