TU SUEÑO EN LA LUMBE ROJA

Finalmente estás aquí. No sabes cómo acabaste es este lugar encerrado conmigo, desde este instante estarás atado a mí y Yo a ti, ahora cada latido de mi corazón se ejecutará a la perfección gracias a tu presencia en este gran vacío que me recorre. Ahora soy la luz que invade tu ser convirtiéndome así en tu Alma.

Lo sé, mi mundo es solo una fantasía que logra filtrarse en cada hilo de realidad y locura a la que cada ser se aferra incondicionalmente, pero solo tu sabes que estoy viviendo en cada destello de mis sueños… Y… Pronto será hora de despertar pero antes de que todo se termine viviré una vez más cada ilusión que acabó con mi ser y que me atrajo hasta aquí aunque esta vez será contigo. Toma mi mano y… Vamos a soñar

Todo comienza aquí… Como olvidar la primera vez que una pequeña parte de mi, se marchitó como una bella flor olvidada en los pensamientos de su más grande amor.

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Estaba con Él, observando lo magnífico que nos ofrecía aquel lugar.

+ Es el momento… Nunca imaginé que llegarías a convertirte en una parte esencial de lo que podría describirse como mi vida.

Presentía que algo ocurriría, pero no hice caso a mi intuición. Que idiota fui.

+ Es un poco curioso pero eres lo único que aún no me deja. No te marches por favor… Te lo pido. Nadie ha de escucharme y ya no quiero continuar.

Baje mi vista un poco para mirarlo y decidí quedarme para acompañarlo, estábamos bajo el manto de una hermosa noche aunque a su vez un poco oscura, aquella fue la más grandiosa que pude haber presenciado en toda mi vida…Quizá no solo por sus lindas estrellas…Quizá no solo por su inmensa luna roja…Quizá porque aquella sería la encargada de ilustrar ante mis ojos el mejor acto de valentía y liberación que me enseñarían lo magnífico de la misma.

Me senté a su lado sin pronunciar una sola palabra, de inmediato una sonrisa de alegría se dibujó en su rostro, aún así pude notar la tristeza que en sus bellos ojos azules se reflejaba y de inmediato supe que algo andaba mal pero solo me limité a observar el magnífico cielo.

+ Gracias… Por quedarte a mi lado, es una hermosa noche ¿Verdad?

Lo miré fijamente de nuevo y asentí con la cabeza, pero esta vez pude ver que tenía su mano diestra sobre su pecho ejerciendo presión con una pequeña toalla bajo su camisa a cuadros rojos y negros.

+ Estas Bien? ¡Qué te has hecho! Le dije

Estaba preocupado y no sabía qué hacer pero el solo sonrío y con una dulce voz dijo:

+ Sé quién soy, también sé de dónde provengo, logré vivir lo suficiente para descubrir mi propósito aquí y lograr renunciar antes de caer en mi mejor momento amigo mío.

Me quedé congelado, de inmediato esa pequeña parte de mi que sabía lo que sucedía, me hizo reaccionar y gritarle – ¡Estás loco! No mentiré, en aquel instante quise marcharme, aún así solo le dije – Siempre estaré contigo.

+ Estoy ansioso…casi estoy muriendo de emoción, pronto mi alma será libre y esta vez lo será por siempre

En aquel instante sentí un vacío indescriptible y un dolor tan profundo al saber que sería fiel testigo de ese lado oscuro pero a la vez tan bello y misterioso de la noche clamando por almas embriagadas de dolor y tristeza. Respire hondo y solo le pregunté con la voz entrecortada :

– ¿Por qué quieres irte y dejarme aquí sufriendo por tu partida?

+ No lo hagas, sabes que estaré en un mejor lugar.

Su camisa a cuadros rojos y negros ahora…se teñía de escarlata brillante debido a la lumbre de la luna.

+ No es tan fácil amigo mío, saber que sigo caminado por un laberinto de desilusiones sin salida, saber que ya no tengo las fuerzas para seguir escalando, saber que después de mis esfuerzos sigo fallando, saber que sigo llorando, saber que sin tan sólo herirme aún sigo matándome, a demás… Ella me está esperando.

Una lágrima corrió por mi rostro al subir la mirada y observar su alma apagándose lentamente como si fuese gracias a aquella brisa suave que nos envolvía, era muy pronto para perderlo, su voz era serena pero cada vez era menos fuerte, lo único que pude hacer fue tomarlo en mis brazos y escucharlo mientras aquella oscuridad reclamaba su vida, con su mano me entregó una nota y limpió una lágrima que recorría mi rostro mientras la otra quitaba la mía de su pecho provocando que su sangre corriera aún más rápido.

+ Mírame…Estaré bien… ¡Gracias! Gracias por acompañarme en mis últimos momentos, quizá en los mejores de toda mi vida…Te llevaré en mi corazón y serás tú mi más bello recuerdo sabes… Es mi voz gracias a ti…Que hoy logra ser libre y no muere ni tampoco se apaga.

Su mano que aún limpiaba las pocas lágrimas de mi rostro se desvaneció quedando en mi pecho y supe que aquellas serían sus últimas palabras al abandonarme, lo abrase fuertemente y solo dije:

– Adiós mi querido y leal amigo.

Al culminar aquel eclipse le di mi despedida final enterrándolo en aquel lugar para que pudiese acompañar y ser acompañado por el inmenso cristal y su lumbre escarlata.

No pude reclamarle a nadie por la partida y el alma de aquel ser, ni a aquella por elegirme como testigo de sus caprichos, de su sed por llevarse consigo vidas a plena oscuridad y melancolía, de sus ansias por absorber las ganas de vivir de aquellos admiradores que se convertirían en sus fieles guardianes pero al mismo tiempo sus inocentes víctimas sin tan siquiera saberlo.

Me negaba a aceptar ser el espectador de aquella escena como si la vida se tratara de una simple pero dolorosa tortura que tarde o temprano llega a su final.

Aún en shock por ello, logré llegar a casa y por suerte se encontraba vacía pues la dama, dueña de mi vida, todo mi ser y mi más grande compañera, mi hermosa Madre no se hallaba allí Mis lágrimas corrían, una tras de otra como si tratasen de escapar para acabar en mis manos totalmente ensangrentadas mientras…

Continuará.