La locura en el olvido

Recuerdos que viajan al presente, de cuando eres niño. En mi cabeza está grabada aquella mujer, que a veces me encontraba a la salida del colegio. Sólo algunos días, quizás los fríos días de invierno.

Cierro los ojos y puedo ver con detalle su perfil, era muy mayor, en mi memoria queda su pelo largo y blanco, enredado alrededor de su cara. Unas manos huesudas con dedos largos y deformes, que siempre sujetaban un anciano bolso negro, casi tan antiguo como su dueña. Unos ojos vidriosos, que miraban a través de todos los niños que salían corriendo del colegio al acabar… como buscando a alguien, preocupada por no encontrar.

Recuerdo una tarde, cuando mi mirada se cruzó por primera vez con la de ella, yo era muy pequeña, no más de 7 años, y sin embargo pude ver esa tristeza, esa añoranza de aquel niño perdido que jamás olvidó.

Aquel recuerdo la llevaba de vez en cuando a esperar a la salida del colegio, hasta que todos habían salido y el bedel cerraba las grandes puertas. Entonces, sus ojos negros y profundos, caían hacía abajo, y se daba la vuelta, empezando a caminar sin rumbo, arrastrando esa soledad que la sumió en su locura años atrás y que ya nunca la abandonó.

Años más tarde, ya de adulta, conocí su tragedia. Una mujer joven que vivió el empiece de la guerra civil en el Madrid antiguo, cuando una mañana cayeron las bombas sobre la ciudad, sin previo aviso, al despuntar el sol en un frío día de invierno, y una fue a parar a la salida de un colegio, aquel al que iba siempre a buscar a su único hijo.

Grupo Escolar Pérez Galdós derruido durante la Guerra Civil (Foto: Baldomero, fecha desconocida; Archivo Rojo)

Plaza de la Moncloa-MADRID