koriteh_0112.JPG

Binta es tonta. Desde que Mrs. Jallow nos mandó esa redacción para el cole anda presumiendo todo el rato de que su calle es mejor que la mía, la mejor del barrio, dice. Pero se equivoca. Y hoy, que es el día más importante del año, se lo voy a demostrar. Es cierto que en su calle, Atlantic Boulevard, está el fishing harbour y el mercado de Bakau, y la parada de taxis amarillos y el supermercado del libanés, pero es aquí, en Old Cape Road, mi calle, donde se celebra la fiesta más importante del año: el Koriteh. Hoy.

Hoy todos se visten con ropas majestuosas para acudir a los rezos del fin del Ramadán en la plaza de la esquina, mi esquina. Y entonces todo se llena de velos, satenes, encajes, tules, gorritos y alfombrillas de colores. Los hombres más jóvenes dejan los mejores puestos en la plaza de tierra para las mujeres, los ancianos y las familias y entonces ellos extienden sus esterillas en las calles cercanas, sobre todo en la mía, en mi calle, delante de mi casa, que está más cerca de la plaza que la de Binta. Mamá dice que no discutamos, que todas las calles son pétalos de una misma flor, porque hoy la plaza y las calles que a ella confluyen parecen una flor de millones de colores, de billones y trillones de colores…

Mamá y papá ya se están preparando para salir. Yo estoy vestida como una princesa hace rato y en la puerta del jardín observo cómo van llegando los vecinos. Bakary, el loco, se ha puesto muy guapo, está limpio y elegante, y hoy no pelea con los diablos del mango que le roban los diamantes. El sastre donde se sienta papá por las tardes a tomar attaya, el té, está cerrado. También la local shop de Ebrima, el bar de Fanta y el taller mecánico del Big Tree. Todos listos para las oraciones.

Cuando terminen los rezos volveremos a casa a romper el ayuno con un delicioso naaninbuuru, el batido que papá ha dejado preparado con la fruta del baobab, arroz y bolitas de harina, y que está riquísimo. Y entonces iremos a pasear por el pueblo, compartiendo muchas comidas –carne de cabra, afra, domodah, ebbe– y saludando a los vecinos, Happy Koriteh!, Eid Mubarak!, y todos estarán muy contentos, y seguramente no discutiré con Binta porque hoy es el día más feliz del año y hay que perdonar todos los pecados y olvidar las peleas y discusiones. Y nos iremos con los demás niños a pedir el saliboo –el donativo que los mayores nos dan para comprar golosinas– por las calles, todas las calles de Bakau, la suya, la mía y la de los demás, los pétalos de nuestra bella flor.

Happy Koriteh! Eid Mubarak!

OLD CAPE ROAD, BAKAU (THE GAMBIA)

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS

comments powered by Disqus