Muchos de nosotros sabemos historias de nuestros abuelos inmigrantes, y algunos llegan a conocer de sus bisabuelos que vinieron de muy lejos.
En mi caso, mis bisabuelos con sus dos hijos, partieron allá por el año 1912 de Hannover (Alemania) hacia la Patagonia (Argentina) cuando se murmuraba que se avecinaba la 1ª Guerra Mundial. Casi siempre las historias de familia se van trasmitiendo horalmente, en nuestro caso se contaban en la sobremesa familiar. Tuve la suerte de recibir mil y una anécdotas de la travesía en carreta, sufriendo el frío, las inclemencias del clima, la angustia de no saber de su destino, la convivencia con los indígenas, la dificultad del idioma entre tantas.
Y es así que a través del comentario de nuestro hijo Nicolás en la escuela, surge la invitación a la abuela Margarita para dar una charla en el aula sobre sus vivencias en la Patagonia.
Con el tiempo fuimos convenciendo a Margarita para que escriba sus memorias a las que se sumaron también las del abuelo Enrique.
A Nicolás le impactó la historia de Primitiva, una niña hija de un paisano vecino de mis abuelos, de la que se hicieron cargo cuando mi madre se casa y se traslada a Tandil, que los acompañó hasta el día en que se casó.
A partir de la recopilación de hechos, anécdotas, las cartas de novios de mis padres y las fotos del álbum familiar, con mi esposo, hicimos un «borrador» con la simple intención de que quede un registro para nuestros hijos y algunos allegados. Las vueltas de la vida hicieron que uno de esos ejemplares llegara al intendente del pueblo de nacimiento de Margarita (Alto Río Senguer Prov. del Chubut), y se mostró tan interesado que nos incentivó para que nos presentemos en la Feria del Libro que anualmente organiza la escuela del pueblo, pero… era necesario que le diéramos formato de libro y así fue que nació «Del Río Senguer al Tandil» (Historias de Familia).
La presentación fue «Unica», ya que después de 60 años volvía al pueblo la historia de una familia que vio nacer a Alto Río Senguer.
Mi abuelo Federico, era peluquero y dentista -sin estudio-, por esas cosas de la extrema necesidad, quien cortaba el pelo tenía habilidad para extraer muelas, pero como también era propietario de una máquina de fotos con el correspondiente equipo de revelado, también cumplía las funciones de fotógrafo. Las fotos, que hasta entonces eran anónimas, al publicarse en el libro fueron descubiertas por la gente que encontraba en ellas a sus familiares; y nos contaba de sus nombres y sus historias; sin saberlo, una de las fotos correspondía a un Cacique de la comunidad Sacamata, que por extraña coincidencia exponía su stand junto al nuestro.
En un momento se acercó un señor para entregarnos un sobre que había encontrado hace muchos años escondido en el entre-techo de su casa, que otra época perteneció a mis abuelos, dijo que le parecía muy importante y que debía estar en nuestro poder. El sobre contenía nada menos que el salvoconducto que por su condición de ciudadano alemán (extranjero bajo vigilancia) debía tener mi abuelo en momentos de la 2ª Guerra Mundial, para presentarlo periódicamente ante la autoridad policial.
Cuando imprimimos el libro pensamos que debía llegar a tres lugares claves para nosotros: Alto Río Senguer, lugar donde se radicaron mis bisabuelos en Argentina; Hannover (Alemania) lugar de origen de la familia Wundenberg, y Tandil, (Argentina) ciudad donde formaron su familia mis padres y aún vivimos aquí sus hijos y nietos.
Cumpliendo ese mandato viajamos a Alemania para dejar nuestro libro en el Archivo Histórico de Hannover, donde su Directora nos recibió pensando que como todo descendiente íbamos a buscar información, y grande fue su asombro cuando descubrió que en realidad éramos nosotros quienes portábamos la historia de una familia de emigrantes.
Por su parte nos facilitó la posibilidad de observar y corroborar en sus libros de archivo, datos sobre la declaración del domicilio y profesión de mis bisabuelos, y a pesar de que todo fue destruido por la guerra, pudimos conocer la calle y barrio donde vivieron.
En Tandil, realizamos la presentación en la Feria del Libro rodeados de amigos y familiares que con mucha emoción recordaban lo relatado.
Si bien en este espacio no contamos en detalle toda la historia de la familia, nuestro propósito es compartir la experiencia vivida. Nunca nos imaginamos que de aquel borrador de relatos y fotos que bien podrían estar guardados en una caja, surgiría un libro que nos brindaría momentos tan hermosos y emocionalmente fuertes. Queremos incentivar a quienes nos escuchan y leen a escribir sus propias historias.
Porque todos tenemos historia y recordar es también volver a pasar por el corazón.
Fin
Bisabuelos y abuelos Wundenberg
Susana Knoop Wundenberg en brazos de Primitiva
Comunidad Mapuche Cacique Sacamata
Boda Wundenberg Knoop
Familia Zambrino Knoop
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