En primavera Fuji san se levanta imponente hacia el cielo celeste en Nihon (Japón) desde un camino de Yamanashi observo toda su perfección.

Kimi hi take.Yoki mono miseru. ¡Yukimaroge!

(Tu enciendes el fuego, te mostraré algo bonito, ¡Una gran bola de nieve!)

Las palabras de un antiguo haiku de Basho san, vienen a mi mente cada vez que recuerdo al Fujjsan, los japoneses le llaman así, los nikkei tambien le llamamos así. Los nikkei somos seres no estáticos, somos el resultado de una elaboración simbólica, social y política, somos la combinación de elementos culturales y relaciones modernas largas e intensas. Los Nikkei somos los emigrantes japoneses y nuestros descendientes en todo el mundo.

Mi abuela Kumezi había nació en 1912, y mi abuelo Rinzo 10 años antes; ambos venían de los campos de Yamanashi. Conocí a mi abuela, nunca conocí a mi abuelo y… nunca fui a Nihon. Mis abuelos llegaron a Latinoamérica siendo muy pobres, los nikkei mayores poco hablan de su vida; pareciera que las dificultades de aquellos días son poco relatadas. De Benedetti leí una vez algo que decía más o menos así “la evocación constante de una situación traumática puede mutilar el espíritu de una persona. Sin embargo, la identidad de una persona se edifica sobre la estructura la memoria”… y yo he necesitado recuerdos para estar segura de quien soy.

Rinzo y Kumezi no contaron mucho a sus hijos, y sus hijos a sus nietos… y así es que padecí de desmemoria. Con el tiempo he ido recopilando fotografías de mis abuelos y de otras familias nikkei, poder tocarlas se ha convertido en el “abrazo ausente”, un nexo para construirme a mi misma.

Antes de mi historia Nikkei, sucedió que en la Era Meiji, entre 1867 y 1912,  camino a la modernización, Nihon convirtió a Tokyo en su capital, se eliminó la figura del Shogun, y las tierras y las personas pasaron a jurisdicción del Emperador.  Se implantó un impuesto agrario para comprar máquinas y fábricas, que debía ser pagado por los individuos y no por sus aldeas, era sobre la base de la tierra y no por el rendimiento de las cosechas. Ese esquema empobreció a Nihon, por lo que tuvieron que enviar a japoneses al extranjero, en 1868 se legalizó realizó la primera migración al exterior, cosa que antes habría sido pensada con la muerte. Al mismo tiempo la esclavitud en el mundo “se había abolido”, el mundo parecía seguro. Para 1899 comienzan a migrar al Perú, casi todos varones contratados por 4 años a través de compañías de migración, algunos engañados que firmaron contratos que les convertían en esclavos y semiesclavos que tradicionalmente y lamentablemente, habían sido chinos.

El 09 junio 1921 llegó a Perú, junto con su primo Yuzo, en un barco de vapor llamado Anyo Maru. Rinzo y Yuzo, fueron contratados como mano de obra para la Hacienda San Agustín, en El Callao a través la Compañía de Inmigración Morioka. El número de pasaporte japonés de mi abuelo era: 17937… pero estaba escrito en japonés y sin fotografía para identificarse, a muchos nikkei le llamaban por números y no por sus nombres. Para conseguir una nueva documentación, se convirtieron al catolicismo así podían estar en los registros de las iglesias a través de los bautismos con nombres en castellano. El trato era malo, así que el primo Yuzo y mi abuelo se escaparon de la hacienda lanzándose a un río, no volvieron a verse sino muchos años después en Venezuela, mi madre dice que mi abuelo trabajó en un puerto, fue ahorrando y con el tiempo busco casarse. El 06 de diciembre de 1937 llegó a Perú Kumezi Kobayashi Sakamoto, respondiendo el llamado de  Rinzo, el procedimiento  a través de una shashin kekkon  (carta y fotografía para matrimonio), pedía una esposa que quisiera venir a América, envió dinero para cubrir los gastos de este viaje. Mi abuela dejó el dinero a su familia en Yamanashi,  y pagó su pasaje limpiando el barco. En 1987 mi amada Kumezi murió de cáncer.

Mis abuelos tuvieron su primer bebé en el Perú el 08 de diciembre de 1938, Kumezi y Rinzo, una niña que llamaron Kazumi Yonekura Kobayashi, con ella decidieron mudarse a Venezuela, siempre ha sido un país con política de puertas abiertas a los extranjeros. Los Yonekura llegaron a San Antonio del Táchira en 1939, plena frontera con Colombia, y se nacionalizaron doña Rosa, Don Antonio y la niña: Rosa Ester, mi abuelo vivía de vender agua e’panela, dulces de 3 por locha y rebanadas de pan con chicharrón, mi abuela hacía muñecas y las vendía.

Al poco tiempo estalló la II Guerra Mundial. Perú, Bolivia, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, y Nicaragua, enviaron a 2.264 Nikkei a campos de concentración. Venezuela que había firmado la política del Buen Vecino, decidió recluir a los nikkei de Caracas en Ocumare del Tuy; mi abuelo en principio fue enviado a la cárcel, luego lo recluyeron en su casa. Al terminar la Guerra los nikkei venezolanos volvieron a su vida normal. Rinzo abrió una quincalla con mercancía que trajo de su primer viaje a su país.

07 de octubre de 1970, murió mi abuelo Rinzo, a él le gustaba el Kendo, el Go y jugar Billar, a mi abuela le gustaba de la música y el teatro japonés, el dibujo y el cine…  eso había sido estoy había sido suficiente para amarlos.

family13.JPGnikkei3.jpg

nikei-23.jpg

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS

comments powered by Disqus