Yo escribo entre el suspiro y el anhelo,

entre tus labios y mi boca,

que es un gran abismo.

Entre el mar y tu recuerdo.

Escribo en la esquina de la servilleta

que no secó nuestras ruinas,

en el silente paso que nos alejó de querernos

y en la comisura de tu sonrisa.

Escribo porque no soporto ser

la viuda de la esperanza.

Porque prefiero que

Cupido se equivoque con sus flechas

a quedarme sin inspiración

para reinventarte

mil veces sobre papel

y mil y una sobre la herida

que no curas porque desgarras.

Escribo no para callar mi ruido,

sino para convertirlo en verso.

Escribo no para evitar el silencio,

sino para darle forma.

Escribo para soñar y vivir en mi sueño.

Escribo porque a veces pensé que te tuve.

Escribo porque a veces las musas me llaman.

Escribo porque a veces no sé lo que digo.

Escribo porque a veces me doy cuenta,

de que vivo ebria de palabras.

Y porque escribo entre el suspiro y el anhelo,

entre tus labios y mi boca,

que es un gran abismo,

entre el mar y tu recuerdo…

Sé que escribo al amor que me falta,

porque las ganas ya me sobran.


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