21 de junio de 2050
Gabriel Mercado
Berlin, Alemania. El gigante de tecnología europeo Zukunft Technologies conocido como @ZT, advirtió hace unas semanas que sorprendería al mundo, y hoy lo hizo.
Ha sido una larga espera en realidad, desde el año 2015 cuando científicos del Instituto de Tecnología de Karlsruhe “leyeron” palabras y frases enteras de los impulsos cerebrales, y antes cuando el equipo de Marc Folcher del Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zúrich en 2014, transmitieron ondas cerebrales inalámbricamente a un dispositivo, aunque de forma inacabada.
Habría de sumar a eso todos los inventos posteriores tanto americanos como japoneses con lentes holográficos y el intento de nanotecnología cerebral, finalmente rechazada por el mundo entero y organizaciones de salud.
Hoy #Omni viene a transformarlo todo.
Un liviano y cómodo “halo” o diadema, que se coloca sobre la nuca o en la parte posterior a manera de audífonos, y un leve botonazo de encendido en un lado te permiten adentrarte en la hyper red con sólo cerrar los ojos. Mediante la conexión con ondas cerebrales se tiene un amplio y sencillo manejo de redes sociales y conectividad con todos los dispositivos electrónicos y del hogar en la fracción de un pensamiento, gracias a la interfaz “Wunder” (milagro).
El Director Global de @ZT, Ernest Maschwitz dijo que este equipo no es invasivo y no guardará ni difundirá información de la mente del usuario sin su permiso, al ser capaz de detectar en las ondas beta aquello que afecte la sensibilidad del dueño, respetando las leyes en la materia y los derechos humanos, desconectándose por completo al inicio de las ondas theta y delta.
En la demostración se enseñaron otras utilidades, como el envío de imágenes del exterior a la mente del dueño, ayudando a discapacitados visuales a ver el mundo a su alrededor y desplazarse sin problemas.
Organizaciones del derecho sobre la privacidad de datos y la ONU se han mostrado recelosos de estas investigaciones, aún así el gobierno alemán dio su visto bueno y asegura que revolucionará el intercambio de información y las comunicaciones avanzadas; eso sin contar los buenos dividendos a la nación teutona.
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