Androide compartido. (Sociedad: vida cotidiana en el futuro)

En una esperadísima sentencia, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha decretado que la atribución de la custodia y el establecimiento de un régimen de visitas  de un androide de compañía forma parte del derecho a la vida en familia reconocido en el Convenio Europeo de Derechos Humanos.

El Tribunal Supremo español rechazó la solicitud de Servando C. para que, tras su divorcio, se le otorgara la custodia o, subsidiariamente, un régimen de visitas de su androide domestico de la serie Néstor.

Pero el TEDH ha sentenciado que el vínculo afectivo que se establece con esta clase de robots es de tal intensidad que obliga a reconocer el derecho a mantener el contacto con los mismos en caso de cese de la convivencia.

Asimismo, estima que en este caso debió admitirse el testimonio del robot, por considerar que los últimos adelantos en inteligencia artificial de estos androides domésticos les otorgan una capacidad emocional que debe ser tenida en cuenta.

El TEDH, no obstante, establece como requisitos esenciales para que pueda solicitarse la custodia de estos robots, el que tengan forma humana, que hayan formado parte del núcleo familiar durante un período prolongado de tiempo y que el androide haya superado con un 100% de éxito el test de Turing versión 2020.

Esta sentencia profundiza en la doctrina de una anterior en la que se eximió de responsabilidad penal a un conductor de un turismo robotizado de la serie KITT por considerar probado que la maniobra que provocó la muerte de la víctima fue realizada por el ordenador del vehículo, que tomó de forma autónoma el control del vehículo al valorar que el conductor estaba demasiado cansado para conducir.

La asociación pro derechos de los androides “Mutemos” ha celebrado esta sentencia y ha exigido que se incorpore esta doctrina al Derecho de Familia español, anunciando una recogida de firmas para apoyar esta iniciativa legislativa.

Por su parte, el partido “Humanos”, ha convocado una manifestación para solicitar la prohibición de la investigación en inteligencia artificial que, según su portavoz, está sembrando el germen de la destrucción de la familia.