Adiós al último gigante

Era la crónica de una muerte anunciada. El último de los osos polares ha fallecido. La noticia ha sido confirmada por los investigadores de North Pole Research -en adelante, NPR-. Los científicos llevaban los últimos catorce años siguiendo a cada ejemplar del mayor carnívoro terrestre del planeta, viendo como se reducía el número de individuos de forma paulatina.

Desde la ruptura del pacto de París por la conservación del Polo Norte y contra el cambio climático en 2041 volvió a producirse un aumento radical en las emisiones de gases de efecto invernadero, provocando una destrucción dramática de la superficie helada en el polo. Además, competidores como la orca se vieron favorecidos por la destrucción del hielo agravando la situación del gigante blanco. Sin territorio donde cazar y criar, el ursus maritimus se ha visto condenado a la extinción.

Desde NPR se ha asegurado la conservación de ADN del oso polar con el objetivo de clonar ejemplares en un futuro, cuando el hielo recupere su lugar en el planeta y la ciencia consiga refinar esta técnica. Nos tenemos que ir tres años atrás, cuando un guepardo -extinto en 2038- falleció tres meses después de haber sido clonado a partir de muestras de ADN.

Grupos ecologistas han convocado una manifestación para mañana a las 19:00 (CET) como señal de protesta por la desidia de la clase política.

Hasta entonces el oso polar permanecera a la espera en el Depósito Mundial de ADN Animal y Vegetal (WDD) en Finlandia.

(3. Naturaleza y medio ambiente)