ROMA

Sólo quiero avisarte de mi llegada. 

Cuando leas estas líneas ya estaré instalado y no será una visita rápida, no se podrá arreglar con una recepción encantadora y unos días de recreo. Vengo para quedarme.

Tú en el fondo quieres, pero aún no lo sabes. Sin darte cuenta me diste tus llaves,  

Llegaste y los viste, a sus ojos transparentes, dos iris y dos pupilas que centraron tu atención. Un azul amplio y profundo que dejó escapar a la parte de mi que quería salir y que tú no querías que entrara. Pero salió, y fue ahí cuando abriste el cerrojo de tu escondido corazón. Un candado de miedo, cuyas llaves ya he guardado en el llavero de tu esperanza.

Yo salí, y en sus ojos, como tú, encontré un lugar perfecto para quedarme. Y te advierto que me quedé.

Firmado: El amor

Destinatario: Soledad Martínez

Dirección: Donde esté tu corazón