DESDE LA LUNA

Hola mamá,

¡Al final lo conseguí! ¿Recuerdas cuantas veces hemos imaginado cómo sería este momento? Casi cada día, desde que tenía tres años, os preguntaba si se podría ir, y papá y tú, siempre me decíais lo mismo: “¡Seguro que cuando seas mayor se puede ir de vacaciones en cohete a la luna!” ¡Madre mía el cohete! Todavía tengo los oídos taponados, y romper la barrera del sonido, ha sido brutal. Lo que no estoy llevando muy bien es la sensación de flotar todo el tiempo, aunque ya le voy cogiendo el truquillo. La comida, regular, pero estoy comiendo; no te vayas a preocupar que te conozco… Es que las capsulas tienen el saborcillo conseguido pero, ¡nada que ver con tus albóndigas!

Por las noches, me quedo mirando un buen rato a la Tierra. Me encanta imaginarme que estará pasando allí. Después, pienso que todavía me quedan 5 días de vacaciones y solo quiero disfrutar. Que nunca acabe. Mañana vamos de excursión al cráter Perl, ¡espero que esté emocionante! Por cierto mamá, me han comentado que los lodos lunares van muy bien para la piel, te  llevaré unos pocos.

Te quiere mucho, Luis.

Desde la luna lunera….