las 06:00, el alba se asoma por entre las montañas, un resplandor naranjo y bello, lo miro, lo observo hasta quedar agotado, el bus pasa y sigue, todo es tan rápido, todos tan deprisa, todos callados, tan silenciosos se encuentran que solo el ruido de mi mente se escucha, el ruido de mi mente me despierta y el sol, todos tan rápido van y el sol amaneciendo lento con brillos del alba. Llego a mi destino y trabajo y almuerzo y trabajo y me voy, veo el atardecer, el cielo enrojecido, lo miro hasta quedar agotado, me abrazo a ti, no me quiero despedir y veo como te escondes por entre las montañas, los últimos rayos enrojecidos, cielo rosa y te vas.
Las 06:00, el alba se asoma por entre las montañas, el sueño se apodera de mí, todos tan callados, todos en silencio, yo mirándome fijamente, mirando el sol entre la ventana, la angustia del nuevo día el pecho aprieta, todo tan rápido y tu tan lento, estirando tu luz por el mundo, abrazando la existencia. A mi trabajo llego, trabajo, almuerzo, trabajo y me voy, ya es de noche, hoy no me esperaste en mi regreso, tibio rayo de luz rosa se ve a lo lejos como un lejano despedir y oscuridad…
La angustia hoy no me dejo dormir y entre mis pensares te asomas como por entre las montañas de mis pensares y pienso, pienso en ti, pienso en mi y en el sol, ¿atardecer o amanecer? muchas veces te lo pregunte, muchas veces me lo preguntaste, muchas veces, muchas y los clasificábamos y los contemplábamos y nos amábamos en el alba y nos besábamos en el atardecer y bromeábamos, decíamos que el mundo enrojecía por vergüenza al amor pasional de un beso y nos besábamos hasta que le sol se escondía y nos amábamos hasta que el sol salía por entre las montañas y no sabes cuantas veces clame por que le sol abandonara la tierra y amarnos eternamente y no sabes cuantas veces se agolpaba en mi las ganas de besar tu boca, pero esperaba el atardecer, lo esperaba, con angustia lo esperaba y nos besábamos hasta que el sol ya no se veía y tú siempre me decías; – el sol ya se escondió – y yo respondía; – aun se ve el tenue rayo color rosa en su letárgico despedir – y me besabas y te besaba y los segundos pasaban lentos mientras el mundo se movía rápido y esperaba con angustia el pasar lento de la noche y esperaba con angustia el sol saliendo por entre las montañas y viajar, viajar donde nos llevara la locura de un beso, mientras el sol nos abrazase que importaba el resto, el frio, el bullicio, que importaba la gente y su bullicio.
Hoy salió el sol una vez mas por entre las montañas, 37 días de tu partida, 37 días que el sol sale y me abraza, me consuela, el mundo se mueve rápido mientras lento veo salir el sol hasta que me agoto, siento el cálido abrazo del sol, siento el cálido beso matutino, que importa el resto, su silencio o su bullicio, 37 días que enmudeció el mundo, ya no viajo, solo avanzo por la vida, llego a mi trabajo y trabajo y almuerzo y trabajo y me voy, el sol me espera, los rayos rosas me esperan, el mundo avanza, 37 días que el mundo avanza y yo me estanco, me estanco en mis propios pensares y ruego que el sol no salga, ruego que llegue la noche eterna, en las noches el tiempo pasa lento y mis pensamientos sincronizan el ritmo mundano y solo angustia siento y en la solitaria angustia nocturna viajo a mis recuerdos y el sol me acompaña y tu me acompañes y revivimos una vez mas nuestro amor y nos besamos y nos amamos y bailamos bajo el sol del alba y me preguntas ¿atardecer o amanecer? Y te respondo; – el que prefieras – y nos besamos y viajamos y la noche parece eterna, me llamas a tu lado y camino y corro, corro a tu lado más nunca te alcanzo, corro con todas mis fuerzas y ruego que me esperes y corro hasta que llega el alba y me despierto.
06:00 de la mañana, el sol sale por entre las montañas, me observa con mirar piadoso, yo lo observo hasta que me canso, hasta que me agoto, el mundo se mueve rápido en su alocado frenesí, todo silencioso, todos callados salvo mi mente que observa y observa el sol, buscando algo que recuerde a tu amor, buscando la calidez de tus besos, llego al trabajo, trabajo, almuerzo, trabajo y me voy, buscando tu mirar compasivo, busco y busco tu mirar compasivo y lloro hacia dentro, un mar de lagrimas mi interior, una tempestad constante donde naufragan cada uno de los barcos con tu nombre.
En la noche la angustia no me deja dormir, espero el sol, lo espero con todas mis fuerzas, pero entre los recuerdos nítidos de la noche una vez mas te encuentro, una vez mas te beso y no quiero que acabe la noche, maldito sol que acaba con mi tortuosa paz nocturna, ojalá no volver a ver tu resplandor por la tierra y quedar plasmado sempiterno en una eterna oscuridad de recuerdos con mi amada.
Las 06:00, el sol sale una vez mas por entre las montañas, los primeros rayos de luz entran por mi ventana y cortan mi meditar, te maldigo sol, maldigo el amanecer, maldito el ocaso sonrojado maldigo el mundo y su silencio, maldigo su alocado frenesí y sus falsas sonrisas, maldigo mi trabajo y la rutina, maldigo mi almuerzo frio y sin sabor, odio tu alumbramiento sol, y entre el amanecer del día y el silencio del mundo repaso cada lugar que visitamos, cada lugar que nos besamos y repaso mil veces el lugar que nos conocimos y deseo no estar en ese lugar, no visitar ningún lugar, no ver el atardecer y el amanecer, no besarnos jamás, deseo odiarte, lo necesito, necesito odiarte para liberar el amor de su cárcel y llenar el espacio con venganza y maldecir tu traición y me levanto el mundo se mueve rápido y silencioso, el sol posado sobre mi mirar, 39 días ya de que me dejaste, los recuerdos agolpados en nostalgia y tú, dos asientos al lado mío, pensando en un nuevo amar.
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