A veces desoigo voces que claman en voz alta por ser oídas, y en cambio, escucho aquellos silencios vacíos de sonidos; veo a través de la opaca pared y por el contrario, escapa a mi vista lo que hay más allá del cristal…
Mis palabras no son más que pensamientos, pero alguien me dijo que escucha mis miradas, que hablan fuerte y claro.
Siento escalofríos cuando toco la nada del vacío, y mis manos se muestran vanas aunque sujeten el mundo entre los dedos…
Desdeño el universo que en el fondo amo y amo la lejanía que tengo al alcance de mi mano…
-Montse Acevedo-
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