Mi niñez

No sabía como empezar, son muchos recuerdos, muchos años vividos y tantas cosas por contar. Anoche dando vueltas a mis recuerdos decidí que lo mas fácil, aunque dé saltos, es empezar por el principio. En esta época de mi vida pocas fotografías tengo pero con la ayuda de Internet algo se me ocurrirá.
Nací un 24 de Junio de 1930, bonito día para nacer, San Juan, la noche mágica del año por ser la mas corta, las hogueras en todos los lugares, el calor del fuego y los buenos deseos en el pensamiento de todo el mundo.
Mis ojos vieron la primera luz en un pueblecito  de Sevilla llamado Guillena. El nacer allí no fue por casualidad, era verano mi abuela tenía una casa allí aunque el resto del año vivía en Sevilla en la calle Red  y como es lógico una hija siempre busca a su madre para parir.
La familia de mi abuela era de Guillena, a ella le decían Dolorsita, su madre se llamaba María Punta y por ella llevo su nombre, mis padres eran muy «educados» y en ese momento quisieron quedar bien con toda la familia y amigos, ya tenían dos varones y era la primera niña, asi que sin pensarlo mucho me pusieron además de María… Luisa, Celedonia, Gracia, Joaquina, Guillerma, Gonzala, Dolores, casi nada.
Cuando ya mi madre pudo volver a viajar marchamos a su trabajo, el teatro. Antes he dicho que era la primera niña de la familia porque ya tenía dos hermanos varones mayores que yo, Manolo y Antonio. Manolo se quedó desde que nació con mis abuelos en Sevilla, ellos no tenían nada mas que una hija viva, mi madre, ya que habían perdido a otras dos, mis tías Lolita y Manolita, muy conocidas en Sevilla por la gente del teatro.

Antes de seguir con mi niñez voy a contaros algo de la vida de mis abuelos. Se llamaban Dolores Garceaus y Manuel Ballesteros. El era muy conocido en Sevilla por sus actividades en el teatro, fue director del TEU Teatro Español Universitario, en el Ateneo de Sevilla y en la casa de Extremadura. Trabajaba en el Archivo de Indias y en algunos asuntos en la Catedral. Estaba muy relacionado con las Hermandades de Cofradías y  fue Hermano Mayor de la Soledad de San Lorenzo, en fin, era un personaje para todo el mundo, menos para sus nietos, mas adelante contaré los motivos.

Mi infancia hasta los 6 años fue feliz, viajando con mis padres y hermano por toda España, disfrutando de la vida del teatro que en esos momentos era de alto nivel, recorrí desde Andalucía hasta el norte, aunque era pequeña recuerdo mucho Bilbao, a una señora dueña de una pensión de nombre Antonia, siento no recordar sus apellidos pero ella tuvo muchas atenciones conmigo.
El verano de 1936 volvimos a Sevilla para pasar unos meses con mis abuelos y mi hermano Manolo, teníamos muchas ganas de ver a mi hermano, cuando llegamos lo que menos podíamos esperar era que no volveríamos a verlo mas, lo habían enterrado unos días antes, murió con 19 años de una enfermedad rápida y que nunca supe su nombre. Podéis imaginar lo que fue para mi madre, mi padre, sobre todo mi madre desde ese momento ya nunca mas fue la misma y para colmo estalló al mes siguiente la guerra civil en España.

La familia de mi padre vivía en un pueblo de la provincia de Córdoba, Puente Genil, allí vivía toda su familia, sus padres habían muerto y sólo le quedaba su hermana Angelita Muñoz Galvez y sus hijos, nunca mas he sabido de ellos, intente buscarlos, mis hijos lo han intentado pero no hemos tenido suerte.
En el trascurso de la guerra nacieron mis otros dos hermanos, Manolo y Gonzalo, hasta aquí llego hoy ya que los recuerdos son dolorosos, a los tres he visto morir. El último que me dejó, no hace ni tres meses , ha sido el pequeño, mi hermano Gonzalo.

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