Mi Familia Por Un Dia

        Fue maravilloso entrar en aquel restaurante  junto a Jaqueline, ella tenía más de ochenta cuando la conocí y yo cuarenta y seis, sus ojos representaban todo lo que Mariam,  mi primer amor, dejó grabado en cada uno de los sueños que se sucedieron durante treinta años; y su entusiasmo, el que me haría feliz que perdurara en Mariam al alcanzar la vejez.

    Creo… ,no, estoy convencido de que me enamoré de Jaqueline. Cada mañana ella tenía un museo que visitar, un comedor dónde ayudar, una experiencia que contar y una vida para vivir.

    Mariam…Nunca la pude olvidar, en la intimidad ella estaba en los cuerpos de todas y Jaqueline tenía  sus ojos, su mirada. Cuando me dijo que un amigo suyo cenaría con nosotros , me alegró la idea, debía conocer a gente muy interesante, mis amigos también nos acompañarían con su hija adolescente, la cena prometía ser muy familiar.

     A los pocos minutos de acomodarnos alrededor de la mesa llegó Juan Pedro, su amigo, un chaval de dieciséis años entusiasmado por el baile y frustado por su escaso éxito a pesar del esfuerzo que invertía en ello, no bastaba con ser bueno, debía ser el mejor.

    La escena mostraba a los dos chicos, con sus sueños adolescentes empezando a emerger, con sus inseguridades; A mi, sentado y viéndome de lejos reflejado en ellos, junto a Mariam y nuestros sueños de adolescentes;  al otro extremo Jaqueline, con sus sueños ya cumplidos y los que habrían de venir.

     Entonces… en ese momento… me encontré  con mi Pasado, mi Presente y mi Futuro en la misma mesa y allí  fui consciente de que  querría a Mariam toda la vida :

    No esperaría a tener ochenta años para confesarle cuanto la eché de menos, no, no esperaré  a que sus sentidos no oigan ruidos y  ella disimule, coqueta, como si aun me oyera, acercando caracolas a sus oidos.

    No esperaré a que sus ojos vean nublado y avergonzada mirada esquive cuando yo la mire.

    No esperaré a que su piel marchite, para cogerle la mano sin que me invite….

    Y Si el destino está de nuestra parte quizás algún día cenaremos juntos, tras tan larga vigilia…… como en familia.