– He pensado que podíamos hacer una fiesta para papá por su 70 cumpleaños-.  Es una ocurrencia del hermano pequeño, y la reacción de sus tres hermanas es que quieren colaborar.

 – La fiesta la hacemos aquí en el campo- dice la hermana pequeña que vive en la finca familiar.  – Llamamos a sus amigos, contratamos un grupo de música…

– Mejor en Madrid, que a mí me hace polvo con la comunión de mi hija a la semana siguiente. Además, no tengo un duro- dice la mayor. 

-Yo lo que digáis. Aunque prefiero Madrid- responde la mediana.

La madre también tiene sus preferencias y no puede quedar fuera de la organización.  De hecho, se hará lo que ella diga.

– ¿Una fiesta?  ¿Y por qué?

En realidad quería decir – ¿Por qué le tengo que hacer yo una fiesta a ese impresentable? ¿A un tío al que le da igual si me dicen que tengo cáncer en las pruebas que me estoy haciendo?

Pero sólo dice que la fiesta no es oportuna.

– Mamá está jodiendo todo y dice que ella pasa de hacerle nada a papá, y que a ver quién va a pagar esa fiesta. – Además me llama mala hija porque se acaban de morir la abuela y el tío en menos de cuatro meses.  

-Pero si ya nadie hace luto… – responde  la mayor.

La mediana ve normal respetar los tiempos de duelo, y el hermano Capitán Araña anima para que la fiesta prospere, y todo continúa de la forma y modo que la madre indica:

– La hacemos aquí en la finca y llamamos a su hermana y al tío Marcos.  Una cosa muy íntima y familiar.   

– Si queréis contratamos un grupo de teatro y que le hagan actuar a papá en una obra…  Su sueño hubiera sido ser actor- propone la mediana.

¿Teatro?  A nadie le parece mal.  Pero son 600 euros.

– Mi presupuesto máximo es de 100€. Mis hijos sólo viven de mí, con mi marido en el paro… He pensado que cada niño puede preparar con nuestra ayuda una letra de la palabra ABUELO. Luego se juntan todos con un corazón al final y se hacen fotos bonitas, cantan canciones…

Sólo responde la mediana: – Lo siento, pero a mis hijos si queréis los hago cantar, pero de las  manualidades paso. Que las hagan los tuyos, si te parece, y luego salen todos.

– Qué pasa, ¿no piensas hacer nada?

– Sí, pero la fiesta la organizan tu madre y tu hermana. Yo ofrecía el teatro, no ponerme a hacer manualidades.

– Bueno, pues entonces yo también paso. Mis hijos no son los esclavos de los demás ni los más tontos. Desde luego su mérito no se lo van a atribuir los demás. Por favor, que organice la fiesta otra persona.

Alguien dice: – Yo no tengo ningún interés en jugar a la familia feliz que no somos.

FIN

Tarta de 70 cumpleaños

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS

comments powered by Disqus