Ella siempre se quejó de que soy un «despistao» para esto de las fechas. La verdad es que no recuerdo el día en que cumple los años; y ahí está, tan guapa. Tampoco recuerdo el día que nos conocimos; y ahí está, tan dispuesta. Ni tan siquiera recuerdo el día que nos casamos; y ahí está, tan ella.
Ella está ahí, de pie junto a la ventana de este hospital en el que no recuerda el sonido de mi nombre, ni la última vez que nos vimos, ni las canciones, ni los besos, ni las promesas, ni los nietos, ni aquel maldito instante en que todo empezó a irse a la mierda.
FIN
OPINIONES Y COMENTARIOS
comments powered by Disqus