Que lo bonito de estar en silencio al principio, es lo que podemos llegar a escuchar con el tiempo. Y será que aun tengo la herida abierta como si fuese ayer cuando la creamos, cuando nos fuimos sin despedirnos porque no quedaba otra y ocasionó el segundo big bang en la tierra. Búscame cuando no encuentres vida en otros planetas, cuando no sepas donde ir, que eres uno de esos cometas que pasa una vez cada mil años y he tenido la suerte de desearte tanto que has vuelto a pasar un par de veces más, o esta vez, quedarte de por vida. No quiero que vuelvas a preguntarme si me duele cuando escribo, sabes de sobras que todas mis letras tienen escrito tu nombre y tu perfume cada calle de la que hablo. Quizá tenían razón cuando me decían que jamás te dedicase mi canción, por que a partir de ese instante cada nota seria mi ruina, que por nada del mundo te regalase un perfume porque cada esquina tendría escrita tu nombre y cada recuerdo vivido. Mira por donde hoy no puedo escuchar música, tampoco puedo pasear aunque me muera de ganas de recordarte. Eso de vivir en el pasado, de querer unas manos que tocaste y ya se fueron, y que no quieres otros besos, que no quieres otras calles y que siempre cruzarías la misma una y otra vez, aunque conozcas cada rincón, que jamás te cansarías de pasar por un sitio que ya has visto si estás al lado de felicidad, que la he podido besar, tutear y dormir con ella. Eres tan única que nadie entendería cómo pudiste ser tan verdad, que nadie entenderá que lo bonito está en todo lo diferente, y tú, eres tan diferente a todo, tanto que jamás supe querer y fíjate, sonríes y se me sigue parando el tiempo. Que yo te envidio muchísimo, por que eres de las que les importa una mierda lo que digan los demás, que sigues amando cuando te dicen que no vas a conseguirlo y que sigues saltando cuando te dicen que no se puede volar. Tú que me enseñaste que tenía magia en el pecho y una musa cómo tú y ha acabado por sobrar poesía. Que si algún día salían tus miedos, yo iba a darte cobijo, hacer de salvavidas y que donde estemos pudieses llamarlo hogar. Queremos sin querernos, volamos sin saber saltar y siempre damos por hecho algo que no ha empezado. Y me di cuenta de que no eras tú, era yo, que quise demasiado antes de tiempo, que crucé la meta y ni habíamos empezado la partida.
Me había quedado contigo, porque no me quisiste a medias y decidiste quererme sin peros. Porque me hablaron del escándalo que eras, de que solían querer llevarte a la cama al primer segundo, y darme cuenta que al verte sonreír ya había visto otro mundo. Que sin ti los sueños se cumplían a medias y que solo cinco minutos y una mueca hicieron falta para ver lo distinta que eras. Solía pensar que estar solo a veces era bueno, que te hacía feliz a ratos, pero descubrí lo que era estar contigo. Por que de por vida vas a ser la definición más bonita para contarle al mundo sobre la felicidad. Y que idiotas, como dos niños pequeños pensando que si dos huracanes se juntaban no iba a formarse un nuevo desastre en la tierra. Aun así lo intentamos y lloramos más de lo que nos queremos. Que hay huecos sin vida, cómo el que creaste tú en algun momento en la mía. Y ojalá volver a escuchar el timbre de tu voz tocando una vez más a mi puerta.  A día de hoy me sigo preguntando que hubiese sido de nosotros si, no sé. Que siempre recuerdo aquel momento en el que no tuve la valentía de irme tan lejos de ti cómo quise hacerlo, a sabiendas de que tú tampoco pudiste quedarte tan cerca de lo que deseabas. Y si quieres saber algo, déjame decirte que te quise cómo no quise nunca, a nadie. Por que la forma que teníamos de querernos, fuiste tú quien me la enseño. Tú manera de presumir de mí y yo creyendo de por vida que no había nada por lo que hacerlo y lo especial que era por que era de esos que lloraban más en forma de tinta, que en persona. Hoy en día sigo levantándome sobre las tres, (sin ganas, cómo siempre), empezando un día que no deseas empezar, aun sin ti suelo decirme a mi mismo cinco minutos más, en mis sabanas es de la pocas formas que puedo creerme que estas y no te has ido, que lástima que esos cinco minutos se pasen volando siempre y apenas me de cuenta. Tener que volver al comedor y hacerme la comida sigue matándome por dentro, pues creo que jamás aprenderé a cocinar para una sola persona, que sigo comiendo a diario esa comida que me hacías y no me gustaba para nada, pero ni así encuentro una forma infalible para creerme que estas aquí, aun así lo seguiré haciendo y quizá juntando que aún estoy en mi cama esos cinco minutos consiga imaginarte un par de segundos aquí conmigo. Creo que lo peor de todo es que se me pasan los días volando, y todo por comerme la cabeza pensando en lo que nos quedó por vivir, en lo que es, en lo que fue, en lo que pudo y no acabo siendo, ni yo mismo sé lo que quiero ahora mismo. Es tan difícil todo mientras trato de pensarte por matar esas ganas de abrazarte. Ahora que pienso en positivo, solo tengo que limpiar un plato, aunque si no recuerdo mal hace un rato no me hubiese importado limpiar mil, si hubieses sido tu quien los ensuciara. Pienso que es increíble que te fueses sin avisar, creo que me mintieron cuando me dijeron que donde hubo fuego cenizas quedan porque jamás las he encontrado y mira que he buscado por toda la casa, en cada uno de los cajones encontré todas nuestras fotos y ya he quemado varias buscando las cenizas, pero creo que de esas no son de las que me hablaron. Quizá sea una putada lo que me estoy haciendo a mi mismo tratando de rebuscar mil formas para no echarte en falta, intentando mentirme y disimular que no te necesito aquí conmigo. Volviendo a los cinco minutos que me pedí a mi mismo en la cama, odio estirar el brazo y notar una simple almohada, no es nada comparado con esa tripa y podía acercarte a mí. Que a partir de hoy preparare dos platos (aun que limpie más), no dormiré esos cinco minutos (aunque no rinda), no volveré abrir aquel cajón, (aunque no encuentre las cenizas), y jamás por nada del mundo volveré abrazar aquella almohada (intentando creer que eres tú). Que siempre voy a quererte, por ser un posible de lo imposible, porque hiciste que lo imposible volviese a repetirse más de una vez. Cómo si la gente supiese lo que dolía no verte tanto cómo quería, lo imposible que era besarte diariamente y eso me hacía más superviviente que el resto. Fuiste todo lo que no era capaz, fuiste la felicidad que nunca pude, eres la mueca que nunca tuve, el lugar que siempre querré volver y me perdería mil veces más, porque fuiste la ciudad más bonita que conocí.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS