Sube al tren de la vida

-Buenos días, mi nombre es Ladrido y sinceramente no se que hace usted aquí.

¿Sabe usted lo peligroso y sucio que es este sitio?

Algún día una de esas bestias de lata va a chocar, ¡es un peligro!

¿Crees que la velocidad, la comodidad, la ociosidad van hacer algo por ti?

¿Cómo puedes subir si no sabes donde termina, eh!? ¿Sabes qué hay en la siguiente estación?

¡Esa gente me molesta y no me deja en paz! Desde el anden he visto mil historias o mas. No todos suben, esperan a tener mas valor y muchos mas, cientos de miles, suben todo el tiempo,

lo hacen con muchas ganas, frescos, felices, con esperanzas. Otros tantos bajan en la misma parada, unos serenos, otros cansados y hasta los hay desesperados.

Desde el anden se ven muchas cosas, mas la vida allá arriba no la recuerdo.

-Encantada, mi nombre es Clara y he decidido subir, así que hoy veré el amanecer con mis padres

y por la tarde iré a encontrarme con mis amigos, que pueden equivocarse, mas todos estamos en el mismo tren, ¿no cree?

Al anochecer recordaré solo lo bello del día, aprenderé y soñare con una nueva estación.