Y yo desde el andén sentado en tus memorias,
Con el suelo a mis pies y cielo en mi cabeza,
El viento susurrando tu sonrisa, tus caricias,
Respirando de tu ausencia con el sol de aquella tarde,
Donde en esta misma calle bese tu suave boca y
Contemple de tu mirada la verdad con que me hablabas,
Hoy me encuentro solo sentado en esta misma calle,
Y alzando la mirada recorre una lágrima mi mejilla sonrosada,
Me pierdo en las pisadas y pasos de la gente sin saber adónde ir,
Desconozco los caminos que me conducen hacia a ti,
Siento el peso de la noche caer sobre mi espalda,
Oscura, fría y tensa, se sienta junto a mí,
El insomnio me rodea cuando el alba se acerca
Y todo comienza, la gente por las calles,
Sonriente e indolente me ven indiferente
El primer rayo de sol sacude mi mente,
Ahora no hago más sino pensar en ella
Mi llanto no cesa, y esta tristeza me consume de cabeza
Yo sigo desde el andén sentado en tus memorias
Extrañándote a morir
Estoy solo, vacío sin nadie, sin ti
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