La diosa Tecnología

Tecnología nació en aquella época en que dioses y mortales convivían libremente. A su padre, Ingenio, le encantaba curiosear entre lo que consideraba simple torpeza en los seres humanos, y se pasaba el día observando aquel peculiar mundo. Una tarde, quedó prendado de la imagen de la campesina Habilis, mientras se ayudaba de una afilada piedra para pelar una fruta.

Ingenio se las arregló para seducirla con todo tipo de trucos, y de su unión nació Tecnología, despierta y juguetona. El dios se cansó pronto de Habilis, quien volvió a su campo al poco tiempo del nacimiento de su hija, por lo que Tecnología se crió entre dos mundos.

La pequeña se movía entre la comodidad y la penuria a partes iguales. Cuando comentaba con su padre los problemas que había visto padecer la familia de su madre, Ingenio se reía a carcajadas. Todo le parecía tan sencillo, que la incompetencia de aquellos seres, para resolver cualquier asunto sin esfuerzo, le resultaba cómica.

Tecnología, sin embargo, desarrolló un fuerte sentido del deber, de manera que se creía en la obligación de socorrer a aquellas desdichadas criaturas. Así, empezó a susurrarles ideas y sugerirles todo tipo experimentos, artilugios y técnicas que les ayudaban superar, de manera práctica, los obstáculos que encontraban en las tareas más cotidianas e incluso en los asuntos más importantes.

Pronto descubrió que aquellas gentes se hacían suyos, con absoluta naturalidad, los inventos inspirados, y olvidaban casi al instante sus vidas anteriores al momento de obtenerlos. De manera caprichosa, exigían mejoras y sofisticaciones en aquellas recién ideadas creaciones. En cuanto los logros se popularizaban, simplemente pasaban a formar parte del pasado y situaban sus miradas en hipotéticos futuros, en los que proyectaban olimpos a medida.

Además, los seres humanos asumían que aquellas mejoras habían sido obra de sus propios cerebros, lo que hirió profundamente a la aprendiz de diosa. En su intento por aleccionarlos, Tecnología decidió mostrarse en cualquier rincón, del más cotidiano hasta los más remoto, tomando todo tipo formas, avanzando cualquier necesidad e incluso creando alguna nueva.

La humanidad se maravilló ante lo que consideraron el mayor avance de la historia en todos los ámbitos, y especialmente en el terreno de la comunicación. Por fin podían mejorar sus relaciones personales, lanzar sus ideas al mundo, compartirlas, debatirlas, como iguales, en cualquier momento y lugar. Las virtudes de la nueva era se extendieron rápidamente, ayudando a Tecnología a multiplicar sus redes.

Ingenio los contemplaba, con una amplia sonrisa, cargando con Tecnología a todas partes y aferrándose a ella, ¿serían capaces, algún día, de reparar en la trampa?