Escasas dos horas y media de vuelo, desde Tel Aviv, fueron suficientes, para llegar y visitar el hermoso y legendario archipiélago de Malta. Pequeñísimo país situado en el medio del Mar Mediterráneo, al sur de Sicilia, al oriente de Túnez, y al norte de Libia.
Su remota historia llega hasta más de siete mil años, en que algunos aventureros -sicanos- de la cercana Sicilia, llegaron en la llamada Edad de Piedra, a mediados del año 5.200 AC.
Y, desde entonces se acercaron a estas atractivas islas (tres), tan codiciadas por su punto estratégico, decenas de conquistadores, como los fenicios, los griegos, romanos, bizantinos, aragoneses, vándalos, árabes, sicilianos, franceses y británicos; además de corsarios, piratas y quién no.
Por supuesto que cada uno dejó su huella estampada, lo cual es posible observar al deambular por sus pueblos y ciudades. La mayoría de ellas rodeadas de murallas que sucumbieron, en más de una oportunidad, ante los ataques interminables en el transcurso de los años.
El nombre Malta, dicen que proviene del griego, de la palabra miel, ellos la llamaron Melite, que significa: Dulce como la miel, y esto a causa de las miles de abejas que llenan el archipiélago; otros aseguran que viene de la palabra fenicia Maleth, es decir refugio., por las bahías y ensenadas en el litoral de las islas.
Al caminar por las calles llaman la atención la facha de las casas, en su mayoría muy viejas, con balcones que sobresalen, muy llamativos y pintorescos.
Muchas iglesias, de todo tamaño y a cual más cuidada, catedrales que nada tienen que envidiar a las más famosas del mundo. Según lo que se comenta, hay en el país más de trescientas iglesias, y considerando la cantidad de habitantes, cada uno de ellos, puede darse el gusto de rezar, cada día, en otra distinta.
Párrafo aparte es obligación dedicarles a los pobladores. Gente sencilla, amabilísima, siempre dispuestos a ayudar, a aconsejar, en fin, gente buena y de corazón amplio.
El idioma oficial es el Maltés, que es una mezcla de italiano, árabe con un dialecto regional; por supuesto que la gran mayoría hablan inglés, que es el segundo idioma propiamente dicho.
Los amantes de las pastas, de los pescados y frutos del mar, deben prepararse para romper todas las dietas. (lo digo por experiencia).
Tuvimos oportunidad de presenciar un evento que ha sido una real vivencia, difícil de encontrar en otro lado, a mí entender.
Dentro de un castillo construido hace miles de años, situado entre murallas, una vez por semana un grupo de artistas, parroquianos amantes de la historia y del teatro, llevan a cabo una entretenida representación, que relata la vida de un batallón de soldados cuya función era la defensa del susodicho castillo.
No se escatimó ningún detalle, para revivir aquellos días y funciones.
Las vestimentas típicas, fiel copia de las utilizadas entonces; a lo cual es necesario agregar las armas, a mi entender reliquias muy bien conservadas, al punto tal que tanto los antiguos trabucos, y escopetas, como los pequeños cañones, juegan su papel en la obra que se realiza en el campo de armas; en varios momentos de la actuación, son cargadas las diferentes armas a la usanza antigua, es decir con el rellenado de pólvora, la mecha y la antorcha obligatoria. Hay que verlo para creerlo, un recuerdo para no olvidar.
Por supuesto que al ser islas, el mar tiene una función muy especial en todo lo relacionado con la vida cotidiana de los ciudadanos y más que más para los turistas.
Las playas son paradisiacas, el agua es de una transparencia inmaculable.
Navegar entre sus costas, recorrer cada entrada del mar a los arrecifes, nadar en las decenas de lagos y lagunas, con un sol suave y ameno, dejarse acariciar por la brisa recostado en la arena, es un privilegio que lo recomiendo.
Un lugar que recomiendo con todo gusto.
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*Registrado/Safecreative N°1105249287164
*Imágen de mi autoría
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