Involución


“La evolución es la historia del progreso del espíritu en el tiempo”.


Quien soy yo, títere a cuerda con muchísima emoción, que se cree perfecto y es de lo peor, que cree alcanzar los cielos en un ciclomotor, sometido por la tecnología, perdido y sin amor, en un mundo perfecto consumido en la consumición.
El que crea que el tiempo solo gira hacia la derecha es un niño ingenuo que recién empieza a jugar con el reloj. El hombre se pierde en los laberintos y se sumerge cada vez más profundo en el fango por culpa de su razón.
Solo una teoría científica puede hablar de evolución, ya que si miras un poco más detalladamente a tu alrededor, podrás darte cuenta que lo único que se percibe es involución.
Cortamos el hilo, nos fuimos volando y la libertad nos encandiló, rompimos las reglas y se perdió toda proporción.
Los medios de comunicación se roban a mí espíritu con su teoría de la evolución, destruyendo la parte más importante del aparato psicotransistor, mediatizando a todos los deseos en una sola dirección.
A la evolución, el Hombre solo la conoce en él, a nivel organismo, y exterior a él, en la cultura o en lo tecnológico, porque a nivel espiritual, se podría decir que fue hacia atrás.
Hicimos las reglas pero nuestra alma insatisfecha las quiso quebrantar, rompiendo la supuesta convención ética del mundo con su presencia existencial.
Nos volvimos un tumor maligno para nuestra madre de corazón, producimos una gigantesca metástasis con eso de la globalización, y hoy, un fin o un valor, es la ambición que enceguece hasta el ojo ciego con el poder de la materialización.
La involución es un hecho concreto, a esto lo advierte la retroalimentación como principio del equilibrio elemental, donde la materia gana espacio la energía se tiende a desgastar, olvidando esa frágil morada de la moral. Donde la materia aspira a evolucionar, la energía de los entes se comienza a desgastar, la energía se disipa por entregarse con pasión al material, en busca de esa idea que solo el pensamiento pudo pensar, una ideología barata que es solo un fenoménico ideal, el peor cáncer que al Hombre puede atacar.

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