Volverse tecnoilógico

Hace un mes, al apagar el teléfono, comencé a darme cuenta. Durante el día, debí cargar y recargar la batería del móvil porque no dejé de hacer llamadas y enviar mensajes. Por la noche, me cepillaba los dientes frente al espejo del baño, cuando un fuerte dolor de cabeza me hizo perder el equilibrio y fijar la mirada en mi oreja derecha. Pensé que era un espejismo, valga la redundancia, sumado al cansancio de un día intenso, repleto de llamadas enviadas, perdidas y recibidas. Pero no fue así. Acerqué mi cara al espejo y lo verifiqué. Mi oreja derecha parecía mas ancha con respecto a mi oreja izquierda.

A la mañana siguiente, mientras navegaba en internet, enviaba un correo a un contacto y escribía en formato word un informe para el trabajo, mi brazo derecho comenzó a agitarse sin motivo mientras mi mano derecha balanceaba el mouse en la almohadilla y desplazaba el cursor hacia ambos lados de la pantalla virtual. Desconcertado por el movimiento automático, supuse que había sido un gesto inconsciente del brazo para arreglar los desperfectos de la conexión wifi en el panel de control de mi portátil pero cuando se repitió por la tarde y los días siguientes, entendí que mi brazo derecho se desconectaba de mi cuerpo al acercarse al teclado del ordenador.

Una semana después, ocurrió algo similar con el ipad regalo de cumpleaños. Bastó comenzar a bajar aplicaciones para darme cuenta de la anomalía. Mi dedo índice, también del lado derecho, en pocas horas, se había hinchado y pesaba más que los otros cuatro dedos.

Los síntomas reales estaban a la vista.

En un primer momento los relacionés con la edad, sin embargo, por el contrario, las causas de esos desarreglos físicos se debían al abuso del móvil, ipad y ordenador. Fue el médico quien me señaló tajante las consecuencias de dichos trastornos, advirtiéndome de bajar el consumo diario. Según el informe de mi último exámen de salud, poseo un trauma acústico inicial en el oído derecho ¿Será por eso que tengo una oreja de mayor tamaño que ahora intento disimular con el pelo largo?

Mi brazo derecho no deja de temblar como si tuviera Parkinson cada vez que sostengo el ratón y con mi diestro dedo índice, he tenido que acostumbrarlo a usar de otra manera la pantalla táctil de ipad ¡Hasta cuando quiero escribir a mano, el desgraciado se arrastra por el papel!

Quizás esto puede ir de mal en peor, aclaró el facultativo, razón por la cual, repitió, debería usted atenuar el consumo tecnológico, no estar demasiado tiempo conectado a la red.

Aunque volví a casa desorientado por la advertencia, luego no me preocupó comprobar una sutil miopía al leer las noticias en la pantalla o la leve joroba que siento en la espalda junto con el dolor de lumbalgia o la persistente rigidez de mi cuello, al estar todo el dia sentado en una mala postura frente al ordenador.

¡No me interesan e importan las consecuencias físicas! Los avances en el rubro de las comunicaciones digitales son muy rápidos y los últimos móviles, ipad u ordenadores, serán cada  vez mejores y en definitiva, no me agobiará terminar con problemas de salud, no sería el único usuario de la web que le pasaría algo semejante.

He leído que en un futuro próximo, almacenarán los archivos digitales de las personas en moléculas de ADN y para mejorar las funciones, complementos o ajustes digitales, las empresas en informática podrían fabricar microchips para implantar en el cerebro humano y, reemplazar estos complejos aparatos tecnológicos.

Está claro, no desearía quedar eliminado ni ser el último, quiero estar entero y preparado cuando suceda el gran cambio tecnoilógico.