Yo:
El mullir de tu nombre hace una hoguera la espera. Una intermitencia diferida deslava los sentidos de las arduas escamas en que te sueño. Reverberar tu nombre en la reticencia de las sombras, subvierte al recuerdo en un latido insumiso que respira cada instante embebido de tu amor por la vida, por la apuesta de una mirada. por la inconmensurable gallardía de esta u otra cualquier utopía.
Mi gaviota:
…
Yo:
m
Mi gaviota:
w
Yo:
Decreto que te rías… cuando me amas y te amo. Que sea a dentelladas, no aquella simulación informe, sino su iridiscente irrupción. Escucharte reír es un remanso que fulgura en la turba. Aparte de tus risas nada impregna mejor los corazones. Sin tu risa todo es zafio y, además, se trivializa en el entorno. En medio de ese lapso sólo estás tú. Nosotros. Ambos. Una ola entonces nos refresca ¿o acaso es un relámpago? y hace saltar los pensamientos y revuelve las certezas y sacude el momento. Tu risa explota las historias, los pretextos, y los miedos secretos. Tu risa desencaja la herrumbre de sus muecas. Esquirlas desempolvan invisibles, eternas e ingrávidas ilusiones. A la sazón, me desborda el viceversa traicionero del llanto en la risa. Y el rocío en los ojos me seduce en el silente gozo.
Mi gaviota: …
Yo:
Me conmociona una lectura como tú.
Mi gaviota: …
Heme aquí palabra,
Para trasnochar sobre tus líneas
Insumiso de la historia
Que te sabe en los recuerdos
Y adivina la sabia de tus piernas.
Heme aquí vocablo,
De tus labios,
De tus sueños,
De tu andanza,
Y de tu entraña.
La miel de esa duda en tu mirada
Y aquella certidumbre involuntaria
Que denuncia la sonrisa iridiscente
De los ojos que me aman.
Mi gaviota: …
Yo:
Nave adentro,
Me adivinas
Si la bruma entretejida
Hace urdimbre la mirada.
No es un punto aquel recuerdo
Ni un arduo repiqueteo
Del corazón que atestigua
La yerba y el atavío de un abrazo.
Avisto entonces las naves
Que invaden los entretelones
Del mar y otras traiciones
Desnudan las esperanzas.
Advertiré el resplandor
De las sombras ateridas
En la llaga
Que se yergue en cenizas.
Escribiré tus nubes
En la entraña de la noche.
Y espiaré con los dedos
La respiración
A cuestas.
Libertaré los ojos a la hora del destino
Y desbrozaré los pasos que me queman
Y acercan a tu nombre.
Mi gaviota: …
Yo:
La noche encontró al corazón
Maullando en sus entrañas
La luna navegaba
Al filo de los sueños.
Él la miró acercarse
antes de aullar su nombre
entre las nubes del insomnio
y la sonrisa del destino…
encallada en el alma.
Mi gaviota: …
Yo:
El gavilán de tu deseo
El águila que me espera
La anguila entre recuerdos
Tu mirada en cada luna
El resplandor de tu amanecer
En el fuego en este nido
Y las lenguas traducidas
En un beso desmesurado
En un resuello que mata
En un mordisco.
Tal trasiego de tenerte
A la vera del destino
En la emergencia de la vida.
Mi gaviota: …
Yo:
Tirito en los recuerdos que te nombran en las albas.
Aquí hace frío
Y se me antoja acurrucarme en las palabras
Que desandan la trifulca
Y vuelan hacia las hojas
Del libro en tu mirada.
Mi gaviota: …
Yo:
Me gusta escribir mi alma en el temblor de tu cuerpo,
Con el temblor de
Mis latidos,
Ante el temblor de la indiferencia,
Sobre el temblor de la brisa
De la mirada
De esta ternura saltando en la nada.
Mi gaviota: …
Yo:
El mar irrepetible de tu mirada
Aquel mariposeo entre tus piernas
La tibieza de algún abrazo de tus labios
El gavilán de tu reclamo
La astucia del río abajo en tu vientre
La libertad de habitar tu sueño
El insomnio de la bruma de tu nombre
Ven,
Viento de los estragos
Ven, sé atavío
Del estupor de este frío.
Ven
Vente conmigo.
Mi gaviota:
Lo cambiaste, ¿verdad?
Yo:
Deja que grazne tu nombre
En los sueños de esta sábana
Que nos vuela en el deseo.
Permite que la mirada
Se extravíe en las dunas
De esta hoguera encendida
Por las ánimas de la ternura.
Accede con tus sentidos
Al silencio resquebrajado
Por la luz de mi nombre
Avistado entre tus labios.
Asiente que tal deseo
Aúlle tu nombre
En los vuelos insomnes
Del embrujo entre tu cuerpo.
Mi gaviota: …
Yo:
Te quiero entregar algo especial
Muy esencial,
Tuyo.
Mi gaviota:
Sí?
Y qué es?
Yo:
Quiero que no me tengas muy abandonado, Gaviota
Sigue adivinando:
Es dulce como el verdadero amor.
Mi gaviota:
La curiosidad crece…
Yo:
Es tenue
Como el mar.
Mi gaviota:
No, no lo sé.
Yo:
Es terso, como la miel de tu espalda
Mi gaviota:
¿Quieres ver un tatuaje en mi espalda?
Yo:
Mmmmmh, bueno.
Mi gaviota:
Payaso. Espera, te mando la foto.
Yo:
¡Una paloma!…
Mi gaviota:
¿Te gusta?
Yo:
Quiero ir con la paloma
Volar hasta sus sueños
Tejer utopías en el aire
Que nos respira
Y tramar mis utopías
En la urdimbre del deseo.
Beso su libertad
Atestiguo cada estrella
En la bruma de la noche
Advierto en cada flor
El reloj de mi latido
Al besar su libertad.
Mi gaviota: …
Yo:
Toco tu pelo, anido el destino
De tus ojos
En mis sueños.
Alba de las ansias
Sopesadas entretanto
Te descubro en el umbral
De este humo en la memoria.
Lloro.
Del encuentro lloro
En el mar de esta nostalgia
Hundido en el saudade
De tus arbitrarios labios.
Mi gaviota:
¡Poeta!
Mi gaviota:
¿Te desconectas? No huyas. ¿Si te puedes esperar un momento, por favor, Teo?
Yo:
Tormentoso
¿Huelen los relámpagos?
Tal es el aroma de este aire
Y aquella lluvia. Veamos…
Mi gaviota: …
Teo, ¿Teo? ¿Ya te vas a mojar en la lluvia? ¡¡¡Teo!!!
Hace frío, ¿no? Otra vez, luego porque andas enfermo…¡¡¡Teo!!!
Teo…
Yo:
También podría ser al contrario
O sea, deberías ser la humedad de este mar
Que te abraza
O la marea que atrae a la luna
Como dice la leyenda
Del mundo en que te invento
En el filo de las hojas
Del libro donde me salvas…
Si digo preciosa digo regalo
Digo mía
Balbuceo en el horizonte de tu
Mirada.
Ven,
Arena
Del desierto polvo
Del recuerdo humo
Traído por el corazón al alma…
Si digo preciosa digo
Tendré la ventana abierta
A la noche
Para dar alas al deseo.
Mi gaviota: …
Yo:…
Mi gaviota:
J aja j ajá.
Eres mi fantasía… textual.
Yo:
Tú, mi amada poesía…
OPINIONES Y COMENTARIOS
comments powered by Disqus