Siempre que puedo la miro.

Levanto mis ojos y allí estás. Unas veces pequeña y otras, grande y redonda. Caprichosa en tu tamaño y tu luz.

Qué bonita eres, incluso creo que me sonríes.¿Quizá me estás esperando?

Camino de noche en tu compañía.

Si pudiera ir, si pudiera alcanzarte, te llevaría paraguas de colores y jardines de glicinas y con mi traje de escafandra bailaría en tu atmósfera ligera y silenciosa.

Ya no estarías sola, las dos daríamos vueltas y vueltas en mutua compañía.

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