Su vida es una historia de constantes desafueros, de tristezas y desvaríos.

Lejos de su ciudad, de sus origines, desamparada y sola.

Un carácter indomable, una fuerza férrea de voluntad y una lucha constante para sobrevivir.

La lucha diaria para sobrevivir en un ambiente hostil.

Añorando volver a su ciudad, con sus gentes, regresar a su entorno

Sentirse querida, acompañada era su ansia, su mayor afán .

Resistia los embistes de la vida con coraje, con el valor que da la lucha diaria, el vivir día a día al límite.

Perder la esperanza hoy, pero levantarse mañana y comenzar de nuevo, igual todos los días, perdiendo la fe, pidiéndole a un dios que parecía no escuchar, volver a su tierra, lograr la dignidad pérdida.

Luchar sin tregua, nunca vencida, pero siempre destrozada, el alma torturada, la mirada cansada, el cuerpo dolorida y el al congelada.

Día a día, noche tras noche, sin un momento de paz, con el sufrimiento reflejado en el alma.

Duras batallas, dura vida, pero la mirada de frente, la cabeza alzada, la mirada triste pero fuerte, inquisitiva y dura.

Las manos marchitas, la belleza aún presente.

Un trágico final a la vuelta de la esquina, lejos de su ciudad, sus orígenes, sus gentes a las que seguramente nunca verá.



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