Vi la foto que llegó al otro móvil: tú en topless, ya en la playa remota.
Esperando ansiosa, decías.
Otra vez decías que el dinero que robé en la empresa ya estaba allí.
El piso alquilado y el negocio en marcha.
Y que esperabas.
Como cualquier otro día, besé a Ana -hasta luego-.
Y dejé a Diego en el colegio.
Pero, no he llegado: Me han detenido cuando subía al avión.
En la cárcel, solo me aparecen mensajes de ‘cabrón’, ‘hijoputa’.
Mas lo peor es que al otro móvil no ha vuelto a llegar nada.
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