Pensamientos inconfesables en cuarentena.

Estando encerrado durante la cuarentena, uno pasa por numerosos estados anímicos, desde la depresión al aburrimiento; desde la esperanza, a la resignación y, luego enseguida, a la ansiedad y la rebeldía. También piensa uno de todo y sobre todo: sobre el trabajo y el alquiler; sobre la comida y las tareas domésticas; sobre la muerte y la vida; sobre los seres queridos que están lejos; sobre el dinero y el futuro. Junto a todos estos, tiene uno también pensamientos mucho más pedestres y superficiales. A veces, son pensamientos políticamente incorrectos, o inconfesables, o tonterías. Siendo parte de la realidad del momento, todas las reflexiones deben ser registradas. Aquí van algunas (el orden es aleatorio):

1º El bienestar que más importa a nuestros legisladores, es el de los perros.

2º No me importaría, incluso podría alegrarme, que el virus mate a algunos políticos. Los que me vienen a la cabeza, son mucho más dañinos para el planeta que el propio bicho.

3º Los áticos no están sobrevalorados.

4ª La serie «Cuéntame» es sensiblera y empalagosa.

5ª El «Resistiré» del Dúo Dinámico es una antigualla pero emociona y, como se te meta en la cabeza, no sale.

6ª Mi señora de la limpieza, limpia fatal. Mi cocina está (estaba) mugrienta. Creo que, cuando vuelva, la despido; con crisis o sin ella.

7º Si rompes la cuarentena, mejor sin mascarilla. Puede ser que tú le des más miedo a la poli que ella a ti (por lo del contagio).

8º El miedo al ridículo de los españoles es un mito (mira las pintas).

9º Es increíble como la ideología de algunos les sirve de parapeto frente al embate del virus.

10ª Decididamente, la cana no es bella.

Cada uno puede continuar la lista a su antojo. Si entras en bucle con cualquiera de estos pensamientos, llama a alguien. Necesitas oír una voz humana.