Y así la razón se presenta como la imagen más vívida dentro de esta mente perturbada, plagada de turbaciones inconscientes, sin meros actos de actividades oníricas.

Hay un desajuste entre, mi yo y lo que mi verdad plantea acerca de lo que transmito en mi mundo exterior que son, fundamentalmente, las razones de mi existir. En mi mente se presenta una dualidad, entre mi alma y mi cuerpo, donde en mi alma reside todas mis percepciónes del mundo, de ese pequeño universo que recide en mi conciencia, y en mi cuerpo corrupto, lleno de pasiones y deseos que intentan penetrar en mi mente, aniquilando mis sentidos. Con todas mis fuerzas intento alienarme de aquellos deseos, de aquella pulsión, de esa fuerza interna, que me lleva a cometer aquellos actos por puro deseo de mi ello.

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