Con el imán de la alegría todo es posible. Todo parece igual pero, estamos vivos. Confundimos obediencia con salud y salimos a la calle, poniendo a todos en peligro, incluidos nosotros.
“Todos a una contra el virus” es la recomendación más sensata porque, salvar vidas en la distancia está en nuestras manos.
¿Queremos ayudar o queremos entorpecer?. ¿Cuándo acabará todo esto?: Cuando veamos a una gran mayoría de niños sonriendo, porque sus abuelos y sus padres viven y no han desaparecido a merced de la enfermedad de la pandemia.
¿Me dan pena los contagiados?: Pon a salvo a los ancianos como ellos harían con nosotros.
¿Ganas de llorar?: Gracias a la tecnología te puedo mandar mi abrazo y mi beso virtual
Añorarnos ahora, para no tener que añorarnos después.
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