borrador

ESCRIBIR UN GUIÓN

(La premisa es escribir el guión de una película, a ser posible con tintes de realismo mágico).

Estoy aislado para escribirla, pero no sé por dónde empezar.

Miro por la ventana y veo la calle desierta. De tarde en tarde pasa un coche, sólo de vez en cuando contadas personas con mascarilla, guantes y una bolsa voluminosa; caminan de prisa y parecen temerosas; guardan distancia con otro viandante con perro cuando se cruzan.

Sensación de estar viviendo algo que no corresponde, de confundir realidad y ficción.

Intrigado me reconforto en la sensación de impunidad, de poder sobre los elementos, de dominio de la tecnología en un mundo moderno y globalizado. Todo ocurre fuera, a través de un dispositivo electrónico, y yo soy el que lo manejo, el que hago rodar mi mundo. Escribo.

Un enemigo invisible y silencioso sorprende, a hurtadillas se transmite de aliento en aliento y se multiplica de forma exponencial. Invade calles y plazas, parques y jardines hasta saturar la atmósfera con su presencia mortífera… Lo imposible es real. Lo increíble toma forma para la conquista de un nuevo orden. Nadie sabe el alcance de la estrategia que atenta contra lo establecido.

Cambian las armas y los hábitos, pero se repiten los ciclos y las manifestaciones del mal. Llegan tiempos difíciles y extraños, de preguntas sin respuestas, de balances en bancarrota, de engaños consentidos. Nadie va a salir indemne, el futuro está comprometido, ya nada va a ser igual.

Freno. Soy consciente de que paso de revoluciones la imaginación. Las historias han de sorprender con lo inaudito e impresionar con lo impensable.

Ahora los supervivientes salen a aplaudir a los balcones. Yo también lo hago, aunque no sé si es verdad o una escena que he escrito.

Parece un buen argumento para la película, pero seguro que nadie se lo va a creer. Escribo. El guión debe tener un final abierto.