En silencio. Te fuiste
sin decirte adiós, sin adiós, sin besos,
sin un abrazo.
Te fuiste.
Me abrazaste tantas veces
tantas veces me consoló cuando estaba enfermo
tantas veces me acaricias.
En la diferencia que hacen las palabras,
te fuiste sin decir adiós
sin mirarte por última vez.
En silencio.
Porque no pude. Porque el mundo está parado.
Porque la película de la vida no distingue lo que permite.
Te fuiste en tu silencio
diciendo que me amabas, sin ver a casi nadie.
El largo silencio de la luz invernal,
es anhelo.
No sé qué cuerpo colecciono
que amanece
No sé qué esperar, en la distancia del miedo
que prolonga lo que no hay que decir,
es decir amor.
Te fuiste.
Ni una palabra, ni un momento de unión.
en la vida que se desliza en palabras que descubren silencio.
Nada para tener el camino
grita el dolor en la voluntad,
en la indiferencia de la vida que teme,
nada como un reflejo que busca intimidad.
El silencio en fatiga
la esperanza que nos une a la vida, levanta los brazos al cielo.
Te extraño
la semilla que se abre
a mi grito en el espejo, a seguir con miedo
en el camino como la esperanza.
Te fuiste Sin mirarme, sin sonreír
sin una palabra
En la lucha que sucede, serás la certeza de mi amor.
serás el arma del silencio
que incluso el sol se apoya tristemente en mí.
El amor que escondiste
la despedida sin verte
Es el encuentro de mi dolor en la oscuridad de la memoria.
El tiempo me devora
en las horas que llevan el silencio.
Te fuiste.
Pero te quedaste en mí, en el amor que me quedaba por dar
en la despedida de la vida.
La luz de ser el que no puede tener suficiente de tus abrazos,
es el día que te busco
donde no estás
en mis brazos
a la despedida, si estoy a tu lado.

(Poema dedicado a todas las personas que se fueron, sin una despedida digna).

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