El agujero en mi brazo sediento de veneno pide una dosis más, el acero usado pasa por mi piel, calor en mis venas, un hormigueo baja lentamente por mi cuerpo hasta sentirme vivo, las pulsaciones de mi corazón, el frío en mi piel, presión en mi pecho y un poco de placer me ayuda a concluir el ejercicio que aún no manejo, socializar.
Mi cerebro cada vez más dormido, mis emociones cada vez mas inhibidas, libre de miseria llego a la parte iluminada del sistema lunar, donde las estrellas están de más y la gravedad está siempre conmigo.
Donde soy la hoja que cae del árbol, el peso del sol, el cráter azul que se abre en mi brazo, soy el silencio que me ahoga, la oscuridad me lleva al sueño repetido donde la muerte toma mi perro.
Necesito una dosis diaria, un orgasmo regular, un viaje sin salir de la cama o tirarme en la alfombra, anestesia necesaria para sobrellevar este bizarro mundo, euforia que me calma esta noche.
Una píldora diaria suficiente para morir un poco y hundirme en la tierra, levantar la sonrisa que me facilita saludar a extraños demonios de este infierno, fingen ser amigos del alma.
Pero ¿Cuánto tiempo ha pasado?
Parecen horas, maldito sonido de este reloj, solo marca el minuto en que inicio a sentirme menos pesado. ¿pesado?Como el humo que exhalo mientras escucho una banda americana que no es buena pero entiende que siento.
Soy un prisionero voluntario, encadenado a una planta que no crece y no dejo crecer, atrapado en un cuarto oscuro, no conozco otro lugar donde pueda estar cómodo. Me apoyo en una carrasposa pared decorada con telarañas, siempre se tiñe de amarillo brillante.
Me gustan los climas fríos y el café caliente, un par de cervezas con alegría en polvo, una desconocida no dice su nombre, cuando se va todo es mejor, no puedo disfrutar si alguien esta presente. Cierro la puerta con llave, a palpar mi brazo, otra jeringa me transporta a las montañas, todo es verde fluorescente, me refugio a pasar la vida esperando la muerte.
LEAF
OPINIONES Y COMENTARIOS