Una lista peculiar: fronteras, muros, idiomas, gustos, deportes, sexos, siempre sexos. Nada de lo macro, de lo inteligente, de aquello que ha sido fruto de la imaginación y la creatividad humana abatió la corona, como acá en México se suele llamar, más que Covid-19, es el coronavirus.

Antiquísima es la locución: Mondicum fermentum totam massam corrumpit. De tal suerte es la leuda que vino a parar en nuestras vidas. Pero ni Oriente ni Occidente ha de cargar con esta mítica tarea de Sísifo, fuimos todos. Ahora todos nos unimos para salvar nuestra vida, deberemos ser inteligentes y entregados para salvar la de todos, no sólo en estas fechas pandémicas, sino siempre. Cuántos sabemos del dolor de Yémen, cuántos del terror por hambre en el Sur de América.

Hay un fermento que corrompe la masa, es la desazón de las familias, la educación de todos, el respeto por el mundo que por ahora es nuestro mundo, habrá que amarlo hoy, como amamos nuestras ideas, vidas, familias.

Esta pandemia existe, como tú y yo, dejará de serlo súbitamente pero la realidad aumentada que hoy nos hermana esperamos ya nunca más cese. Cada país construya sus valores, instaure sus principios, viva sus metas y cumpla con amor y valor lo que pretende, sin dejar de lado que hay otros, luego de las fronteras que también son humanos, necesitan y ambicionan para un bienestar.

Sin temor a errar, cada uno debe buscar eso que interiormente está pudriendo nuestras personas, todos tenemos un talón endeble que debemos cuidar o pedir ayuda para que no vaya ser obstacúlo de otro.

El Covid-19, nos afecta más en el 2020, así es la vida, el pasado nos persigue hasta que uno desee que así lo sea. Fuerza, Belleza y Candor. Fe, Esperanza y Caridad. Primero hacia uno, y luego con facilidad lo proyectaremos a los otros.

Gracias desde el corazón de un mexicano Fuentetaja.

Luis Ricardo Guerrero Romero.

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