El reloj de la avenida toca una triste melodía en medio de la soledad de las calles.
Los hogares parecen bares de tristeza y melancolía mientras el virus pasa merodeando los senderos de sus vidas.
Estamos presos por los pecados de nuestro pasado.
Dios nos guarde con su amor y bendicion.
Una oración a nuestro creador implora nuestra alma para luchar contra el hambre de miedo que aniquila nuestro alrededor.
Miedo de perecer en medio del desierto oscuro de la cuarentena.
Valoremos la familia, planeta, amigos… quédate en casa y cuida a los que más amas.
El mundo llora y nuestra sonrisa es blue.
Lee la biblia o escribe poesía para olvidar lo que en las calles se aproxima.
OPINIONES Y COMENTARIOS