Los músicos del Titanic

Día 1: Por fin cuarentena, esperaba este momento. A la mierda el trabajo, las responsabilidades y los pagos de créditos que me tienen asfixiado, literalmente ese otro virus succiona mes a mes mi escuálida billetera.

Tengo todo dispuesto: he distribuido el tiempo entre lectura, ejercicio, aseo y preparación de comida… y porno, algo importante en mi planificación.

¡Vamos que se puede!

Uffhhh, ahora entiendo a Einstein, después de hacer infinidad de cosas para matar el tiempo, miro el reloj y solo han pasado… 15 minutos.

Día 2:

No importa, volví a racionalizar las provisiones y creo que no habrá problema. Además, para mantenerme saludable tengo la trotadora, así que vamos por ella. (Después del porno obviamente).

Día 3: Este aislamiento me ha permitido encontrarme conmigo mismo, y no puedo seguir engañándome.

Día 4: Nunca pensé que diría esto: odio el porno, juro que nunca más veré una película de este tipo…bueno quizás exagero, pero por ahora ya tuve suficiente.

Afortunadamente he encontrado nuevas formas de entretención.

DIA 5: Bitácora de vuelo: Creo que estoy enloqueciendo, afortunadamente tengo un nuevo amigo que me acompaña en esta soledad.

DIA 6: he tenido un sueño, sé que es una revelación, estoy seguro de esto, apenas desperté lo escribí para que no se me olvidara: llegaron unos seres celestiales bajaron de una nave espacial y me eligieron a mí para darme el antídoto para el virus.

¡ Increíble me eligieron para salvar a la humanidad!

—Anota la fórmula terrícola— me dijeron y eso hice.

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Ahora solo necesito descifrar este mensaje.

Día 7: Me di por vencido, creo que jamás lograré descifrarlo. Nunca he sido bueno para la lectura.

DÍA 8: han encontrado una cura. ¡yupi!, en realidad creo que por precaución seguiré en cuarentena.

DIA 15: Aún reflexionando, aprovechando el día y preparándome para volver al trabajo.

Pd:

Un saludo a todos, un poco de humor para ayudar a pasar estos días grises. A cuidarse y a no salir de casa.

Un abrazo virtual para todos.